Gracias a la construcción de un novedoso sistema por parte de científicos de la Universidad de Monash de Australia, ahora es posible realizar las pruebas de los nuevos diseños de células solares de próxima generación en cuestión de horas, y no en días como sucedía anteriormente.
En este sentido, la maquina puede efectuar el análisis simultaneo de 16 células solares con base de perovskita, contribuyendo así con una aceleración considerable del proceso.
Gracias a este invento es posible llevar a cabo un análisis del rendimiento y el potencial comercial presente en los nuevos compuestos, situación que reduce el tiempo invertido en el proceso de desarrollo.
Para el Sr. Adam Surmiak, jefe del proyecto y miembro del Centro de Excelencia en Exciton Science, se estima que una cantidad superior al 25% es la que se ha obtenido en términos de rendimiento para las células de perovskita de tercera generación, siendo este porcentaje casi idéntico al nivel de eficiencia de las células convencionales de base de silicio.
No obstante, Surmiak destacó que estos resultados solo corresponden a pruebas de laboratorio a escala milimétrica efectuadas en condiciones de interior en las que no se tuvo en cuenta un conjunto de variables del mundo real, tales como el clima, el modo en que son usadas las células, el proceso de fabricación, así como el deterioro que estas puedan sufrir a través del tiempo.
Con relación a esto, Surmiak expresó lo siguiente:
Para tomar las decisiones adecuadas, necesitamos saber cómo funcionará cada diseño de célula diferente a gran escala en el mundo real, y para ello necesitamos una biblioteca de datos adecuada para poder elegir los mejores candidatos para llevarlos a la siguiente etapa
Y es que obtener la ecuación perfecta para las células solares de perovskita resulta una tarea de suma importancia para hacer posible la transición en el uso de los combustibles fósiles y dar paso al desarrollo de alternativas basadas en energía renovable, en el que las células solares de perovskita poseen un valor 10 veces inferior al de las células de silicio, aspecto que también se refleja en el proceso elaboración.
Es así como el Sr. Surmiak, en conjunto con sus colegas, dispusieron de las instalaciones de Instrumentación de la Universidad de Monash y del Centro de Nanofabricación de Melbourne, adscrito a la Instalación Nacional de Fabricación de Australia, para conseguir el alto nivel de precisión necesario para fabricar el sistema en el que los diseños de los investigadores fueron obtenidos mediante un fresado ultra detallado y una impresora tridimensional de 16 micrómetros de precisión.