Los estudiantes del Instituto Politécnico Rensselaer están trabajando en una tecnología que usa la inteligencia artificial para enseñar chino dentro de una especie de videjuego gigante en 360 grados.
Se trata de una proyección envolvente de unos 3 metros de alto desde la cual los alumnos pueden interaccionar con personajes virtuales que actúan con un motor inteligente. Desde allí es posible comprar en un mercado, practicar tai chi y mucho más.
Un avatar recorre las escenas hablando mandarín, una creación que nace gracias al esfuerzo conjunto de RPI e IBM. En otras escenas hay un mercado al aire libre, o un jardín… todo ello ambientado en China.
El proyecto consta de una especie de sala inteligente que puede comprender las palabras de los estudiantes, responder sus preguntas y percibir sus gestos. Las lecciones se presentan como juegos o tareas, como pedir una comida, por ejemplo.
El objetivo es que los alumnos puedan realizar un viaje virtual y aprender el idioma de forma más productiva. Han planeado cursos de unas seis semanas, y en todos ellos hay un protagonista: la inteligencia artificial. Desde los chat-bots de los centros de llamadas hasta los asistentes domésticos, todo está basado en IA, con recursos de realidad virtual para mejorar la experiencia.
Podéis ver algunas fotos del proyecto en techxplore.com, donde tranquilizan a los profesores humanos indicando que aún no es posible sustituirlos con este tipo de tecnología.