En 2016 Zipline presentó un sistema de distribución de sangre y drogas a centros médicos remotos en Ruanda utilizando drones. Ahora ha desarrollado el dron de entrega comercial más rápido del mundo, con una velocidad máxima de 128 kilómetros por hora.
Se trata de un dron con ala fija para que sea más rápido y más fácil de mantener que su predecesor. Quieren tener como cliente a Amazon, por ejemplo, que ha estado también investigando en el sector de entregas en el Reino Unido y Australia, así como a Google, que usa sus drones para entregar productos farmacéuticos y burritos en un proyecto piloto en Australia.
Dentro de pocas semanas el gobierno de Estados Unidos aprobará una serie de acuerdos entre operadores de drones privados y estados y entidades locales que quieran probar servicios de drones que involucren «operaciones fuera de la línea de visión», lo que significa que los drones ya no podrán verse desde el suelo por su «piloto humano». Con esta nueva realidad, proyectos como los de zipline podrán despegar comercialmente.
Los drones de Zipline en Ruanda ya han volado alrededor de 300.000 kilómetros en más de 4.000 vuelos desde que comenzó su servicio, y ahora aprovecharán toda esa experiencia para revisar todo su sistema de logística para optimizar el sistema de distribución. Zipline ahora podrá gestionar 500 vuelos al día desde un solo centro, en comparación con los 50 que tenía anteriormente.
Los nuevos drones pueden llevar hasta 1,75 kilogramos en un viaje de hasta 160 kilómetros, algo fundamental en lugares donde se debe obtener sangre en pocos minutos. La velocidad le dará a Zipline una ventaja a la hora de entregar suministros médicos urgentes y otros bienes, aunque aún tendremos que esperar bastante para que se aplique en la entrega de bienes tradicionales en nuestras casas.