Mientras la mitad del mundo piensa en cómo podemos cambiar nuestra forma de trabajar para respetar el medio ambiente, la otra mitad parece seguir ignorando los síntomas de nuestro planeta. Aún así, somos optimistas, ya que la tecnología, nuestra gran aliada, puede ayudarnos a alcanzar metas positivas en este sentido.
Durante los últimos años hemos visto extensiones que permiten ahorrar papel a la hora de imprimir páginas web, dispositivos que ayudan a encontrar mejores rutas en el tráfico para ahorrar combustible, propuestas de bicicletas eléctricas que permiten dejar el coche en casa, proyectos de colaboración donde varios usuarios identifican problemas a partir de fotos realizadas desde satélites, impresoras diseñadas para el ahorro… cada día aparecen más y más proyectos que utilizan la tecnología para conseguir tres objetivos fundamentales:
– Concientizar a las personas para que perciban que el problema existe, y que todos pueden poner su grano de arena.
– Alterar el funcionamiento de los dispositivos actuales para que sean más responsables con el medio ambiente.
– Ofrecer nuevas alternativas para que nuestro día a día cambie usando tecnología más verde, más adaptada a un planeta en el que viven más de 7.000 millones de personas.
En el primer punto destacan las propuestas de colaboración, como las que vemos a diario en zooniverse.org, una web en la que podemos ayudar a obtener más datos sobre nuestro planeta, a conocer problemas y poder así alcanzar soluciones. Los sistemas de inteligencia artificial ayudan a identificar elementos en imágenes, pero aún no pueden compararse con el ojo humano y su intuición a la hora de encontrar relaciones entre elementos de una fotografía.
En el segundo punto tenemos cientos de propuestas, de dispositivos que ofrecen un “plus” para realizar tareas que llevamos haciendo desde hace años. Entre ellos tenemos impresoras “verdes” como la nueva Prink Prima Eco, capaz de activar la función ECO disponible en 2 modalidades. Por un lado reduce la densidad de tinta utilizada, ahorrando hasta un 20%, por otro permite reducir también la imagen impresa del 3.25% en cada lado de la página, para un ahorro del 30% de la tinta utilizada.
En este punto tenemos también nuevos sistemas de tracción en vehículos, así como propuestas como las bicicletas eléctricas que comentamos recientemente.
En el tercer y último punto tenemos propuestas futuristas, como los túneles subterráneos de Elon Musk, o el sistema de transporte de alta velocidad que permitirá conectar ciudades mediante tubos “al vacío”. En esta categoría existen muchas y muy diversas propuestas, aunque la mayoría no saldrán nunca del papel, por desgracia.
Sí, la tecnología puede ayudar bastante a cuidar del medio ambiente, y el crecimiento de propuestas de los últimos años muestra que estamos en un buen camino, aunque es fácil comprobar en las calles que es necesario mucho más que tecnología para evitar que las personas sigan lanzando basura en los lugares inadecuados, o que sigan votando a los políticos menos adecuados en este sentido.