Reflexiones en Silicon Valley, por @stopapp_es

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san francisco

¨En Silicon Valley, para vender algo, tienes que tenerlo”

No se parece a nada de lo que conocí­amos. Yendo a presentar StopApp gracias al programa Santander Yuzz, hemos obtenido muchas lecciones, tanto para la vida personal como para la profesional. Es algo totalmente distinto a Europa. Tras unos dí­as de reflexión y dejando reposar las emociones, estas son las ideas que se nos vienen a la mente.

Lo que más nos ha sorprendido es el hecho de que es indispensable haber fracasado para triunfar. Aunque pueda parecer contraproducente, la inversión y las empresas valoran más positivamente a emprendedores que ya han cometido errores. Asocian la falta de errores a la falta de ambición: si no has fracasado, en Silicon Valley se vincula estrechamente a que no se ha marcado objetivos ambiciosos en su carrera profesional.

En cuanto a las condiciones de trabajo de las grandes empresas tecnológicas, hemos podido conocer el paso del mito a la realidad. Puede vislumbrarse un entorno idí­lico en el que el trabajador se organiza su tiempo, le lavan la ropa y tiene comida gratis; sin embargo, todo está organizado para que el trabajador pase más horas en sus tareas. El hecho de disponer de tantos extras en las oficinas de trabajo propicia que estés más tiempo trabajando y tu productividad laboral aumente.

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Esa mentalidad sin miedo al fracaso propicia que exista una gran cantidad de emprendedores en el Valle de San Francisco. Se ha convertido en un ecosistema masificado donde reina la competitividad. Esto hace que sea aún más difí­cil poder ¨sobrevivir”, un alquiler de una habitación cuesta unos 3500$. Por ello, para poder instalarte allí­, es totalmente necesaria la financiación por parte de un inversor y es muy recomendable asociarte con un cofundador estadounidense.

En Silicon Valley, «para vender algo tienes que tenerlo«. Se busca hacer dinero cuanto antes. Sin un producto acabado y listo para escalar, es imposible conseguir una inversión. No se venden ideas, los inversores piden tracción del mercado, es decir, que ya hayas demostrado que es un producto o servicio interesa a tu público y que seas capaz de llevarlo a cabo.
Insisten siempre en que lo más importante es el equipo. Puede que el producto pueda fallar, que el marketing no sea el correcto, o que el mercado no tenga la necesidad, pero con un buen equipo una empresa siempre podrá pivotar y salir adelante. En el valle, se invierte en personas, en profesionales, no en ideas ni en proyectos. Por ello, queremos agradecer desde aquí­ a nuestros compañeros de viaje, que han sido un gran equipo.

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Refiriéndonos a casos concretos, nos sorprendió lo integrada que está la misión empresarial en Facebook. Tras poder conversar con varios empleados, vimos que su misión coporativa está muy arraigada; defienden a su empresa y a su lí­der ¨Mark¨(Zuckerberg) por encima de todo. ¨Mark” se presenta ante sus empleados cada semana y responde a las preguntas más votadas: desde preguntas en torno a su ropa, hasta otras sobre la organización de la empresa.

Siendo un ecosistema muy intenso y excitante, se contrapone con su parte no tan positiva. La fuerte competencia convierte al valle en un lugar en el que, para ¨sobrevivir¨, es esencial impregnarte de la mentalidad local. Es una carrea continua, y si no se está mentalizado, puede ser un lugar no tan agradable. El trabajo es el pilar centrar de las vidas de las personas en el valle.

Este ha sido nuestra experiencia en Silicon Valley, podeis seguirnos en la web, Facebook y Twitter.

Escrito por StopApp para WWWhatsnew