Elon Musk consideró vender Tesla Motors a Google a principios del 2013 para no dejar morir la empresa la cual, en ese momento, no generaba los suficientes retornos como para seguirle manteniendo; 6 mil millones de dólares, 5 mil más en inversión (mantenimiento y expansión de sus fábricas) y el que siguiera trabajando Elon Musk en Tesla pero bajo el mandato de Google, se incluían en los detalles del acuerdo.
La historia es contada en Bloomberg donde dan fe de las buenas relaciones entre Musk y Larry Page, CEO de Google, y el ferviente deseo del primero por llevar al público general al menos un coche eléctrico de tercera generación -otra de las condiciones puestas para efectuar la transacción, el no acabar con la empresa sin que antes se materializara dicho deseo- aún si para ello hacía falta ceder la propiedad de la compañía. La idea era entonces seguir fabricando autos con Tesla pero con recursos de Google para evitar la bancarrota inmediata.
Ya en mayo 8 de 2013 se presentó la sorpresa en los resultados trimestrales de la compañía: Las ventas del Model S se dispararon y la rentabilidad empezó a mostrarse.
Pues bien, dicho evento coincidió con la tardanza en las negociaciones entre el equipo de Google y los de Elon Musk, particularmente, por algunos conflictos de intereses en las demandas de ambas partes, y semanas después Tesla ya contaba con el capital para seguir en pie sin ayuda de terceros, así que las negociaciones se disolvieron.
Y por lo anterior sigue manteniéndose Tesla Motors vivo, con grandes resultados y en manos de Elon Musk. Cada quién podrá imaginar lo que hubiese pasado de haberse visto efectuada la compra.
Más información: Bloomberg | Vía: CraveOnline