Aplicaciones que nos avisan si nuestra web ha caído hay muchas, y todas ellas son muy parecidas. El funcionamiento de estas plataformas es sencillo: se hace un ping o se accede automáticamente a la web que indiquemos, y si algo falla en ese acceso, se envía una alerta al cliente.
El problema de estas soluciones es que no detecta problemas más sutiles. Puede ser que la web sí esté online, pero que «algo» haya estropeado el acceso a una sección, o que un registro haya dejado de funcionar.
Eso es lo que hacen en boatswain, simulan acciones que definimos previamente. Solo tenemos que indicar la url que queremos monitorizar, la página a la que se debe acceder posteriormente y la acción que se debe realizar. Si boatswain detecta algún problema con el proceso, nos envía una alerta para que seamos los primeros en saberlo (un tweet o un sms).
Las acciones que muestran son variadas, y en todas ellas usan la misma lógica: «después de hacer esto, debería aparecer la página X«. Si la página configurada no aparece, el problema existe.