Corto Plazo e Inbound Marketing, ¡enemigos í­ntimos!

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Conclusiones, expectativas, conocimientos, experiencias… quizá ésta podrí­a ser la sucesión de acciones que, cada dí­a y con cada acción, realizamos en nuestra búsqueda del gran negocio de éxito.

Con el transcurrir de los años y en éstas lides del marketing digital y todos sus satélites integrados en pos de la eficiencia, ya podemos hablar de años… con el transcurrir de los años, vamos adquiriendo conocimientos que nos hacen llegar a conclusiones.

En el momento actual, conceptos como marketing influencial, marketing experiencial e Inbound marketing, proliferan en los análisis, proyecciones, tendencias y planes de empresa. No es un tema menor que la búsqueda de la emoción del nuevo y cambiante consumidor, se ha transformado en el primero objetivo ”“ requisito sine-qua-non- para lograr la tan ansiada influencia, variable indispensable para la medición de nuestro ROI por su asociación inequí­voca a “crecimiento”.

Hay que reconocer que, identificar el conjunto de acciones que nos permite llegar a captar, atraer, interesar, a un universo de usuarios unidos por necesidades e intereses comunes y personales a la vez, es apasionante.

Pero mucho más allá si lo vinculamos con las estrategias de las marcas y con la aceptación necesaria por parte del mundo del Business, del cambio estructural y global de la realidad.

Hemos reinventado el concepto empresa, sociedad, convivencia, comunidad. Estamos siendo capaces de dejar de lado nuestras “debilidades humanas” a través de un ejercicio constante de exaltación de los valores. Generamos expectativas a través de las cuales conformamos nuestras emociones. Es clave para las marcas identificar la fórmula a través de la cual el ser humano genera expectativas y cómo inciden éstas, en la emoción asociada al hecho.

Atraer, cautivar, interesar, motivar… al consumidor actual es la esencia misma del inbound marketing.

Las marcas que sigan apostando por las estructuras tradicionales y los mensajes corporativos, podrán ver cómo las ventajas iniciales de una estrategia de inbound marketing se esfuman al tomar conciencia los usuarios que no es posible generar expectativas de ví­nculo con una marca sólo preocupada de sus cifras de ventas.

Inbound Marketing y corto plazo, una gran paradoja

Podemos concluir diciendo que las personas que siguen teniendo una visión cortoplacista del social media, nunca verán eficientes las acciones de marketing que buscan la generación de ví­nculos sólidos y duraderos. No debemos olvidar que atraer, interesar, impactar, sólo es eficiente si va seguido de la evangelización de nuestros clientes. El tráfico sin conversión es como un jardí­n sin flores.

El inbound marketing y el corto plazo son antagonistas pero, ¿no es verdad que para ser un lí­der de opinión, para lograr construirse un nombre, para consolidar un buen branding, para en definitiva, alcanzar el “tesoro” de la influencia, es necesario pensar en largo plazo?

Mientras los cambios se suceden a una velocidad de infarto, los ví­nculos sobre los que hoy se asientan los cimientos de las empresas, deben construirse a largo plazo. ¡Qué paradoja!

En el ciclo de las emociones, de la vertiginosidad del tiempo real, los buenos negocios, las grandes marcas, se cuecen a fuego lento. ¡El corto plazo a muerto ahora, debemos ser eficientes!