Como usuario, debo reconocer que el uso de las redes sociales tiene una fortaleza de la que es imposible abstraerse; partiendo de esa sensación confortable que supone compartir con personas que se esfuerzan por ser “mejores “ que vinculada con la naturaleza infinita de la red social en cuanto a prestaciones y posibilidades, es una realidad que el tránsito por los social media puede suponer cierto grado de adicción, sin fanatismos pero… las redes sociales son parte de nuestras vidas y parte activa, como la red.
Como profesional de los medios, las redes sociales ofrecen posibilidades de negocios de éxito “de capitán a paje” si me permiten la expresión y siempre centrándonos en el aspecto de la no necesidad de contar con el capital inherente a la puesta en marcha de un negocio, tradicionalmente.
Su éxito es indudable, más de 550 millones de usuarios en Facebook y 70 millones de tweets diarios, así lo avalan pero… ¿han alcanzado las redes sociales su nivel máximo de maduración?… ¿cuál es el futuro de los social media?… ¿ya hemos visto todo en relación al ciclo social?
En un ejercicio marcado por la debacle del modelo económico tal y como lo conocemos, un ejercicio especialmente marcado por la rebelión del planeta y las sociedades en lucha por sus democracias, los social media ejercerán un papel determinante en el marco de la información y la comunicación, nuevos proveedores de vídeo, cloud computing y sistemas de análisis, se lanzarán al mercado, mientras que la publicidad seguirá especializándose en la híper segmentación con el objeto de lograr mayor visibilidad siendo este su principal valor agregado y diferenciador de la competencia, únicamente accesible a través de la calidad y la innovación.
Transitamos hacia un futuro en el que los social media derivaran en nuevos paradigmas a través de los cuales las empresas utilizarán no sólo como escaparate, sino principalmente como fuente inagotable de información, su presencia en las redes sociales, estableciendo diálogos reales que modifican todos los procesos operativos de las marcas.
La penetración de la Web móvil modifica también la forma de comunicarse, el vídeo adquiere una gran relevancia como parte de lo que se conoce como el “nuevo contenido”
Las comunidades se tornan aún más dinámicas y se incluirán aplicaciones que facilitarán la comunicación.
Finalmente, se incluirán herramientas de análisis a través de las cuales la definición del retorno de la inversión se haga más tangible y eficiente.
Y si todas estas variables nos hablan de un ciclo de maduración que no ha sido aún completado, mucho más aún lo es el aspecto siempre espinoso y candente de la privacidad.
Un concepto que cada vez más modifica su definición pasando de ser secreto y oscuro, a abierto y público, centrado únicamente en la confianza, la reputación y la calidad, y siendo evaluado más desde una perspectiva ética, no menor si pensamos que en el ciclo social, es la ética y el sentido común la que decide los designios de quienes construyen las comunidades.
Privacidad y seguridad se definen con ética y calidad, lo que supondrá quizá, la culminación del proceso de maduración de las redes sociales.
Adicionalmente, no se sabe con certeza qué sucederá con twitter, a pesar de sus múltiples modificaciones y funcionalidades, la red social no termina de ser aceptada por las marcas, una falta de comprensión parece ser el principal desafío al que se enfrenta twitter. Es muy posible que evolucione desde lo que conocemos hoy ya que de no ser así, perderá su virulencia actual.
De la mano de las múltiples aplicaciones y herramientas desarrolladas con motivo del auge de la Web móvil tendentes principalmente para facilitar a la interacción y con ella, los procesos de compra, a través de dotar de “emociones” a la experiencia de compra online, la evolución de los social media se centrará en lograr la unión de cada uno de los entramados locales que conformarán el global, cada vez con más dinamismo y cada vez más eficiente.
El anterior comentario un tanto contradictorio, negar etiquetas y marcas de internet, y al mismo tiempo, incluso alabarlas en el caso de Youtube.Cietamente la capa social como servicio debería ser sólo una capa programación y descentralizada, hablando a grandes rasgos. No me atrevería a quitar valor a «plataformas» facebook y twitter en tanto asu contribución al desarrollo tecnológico, audiencia , como al alto número de registros, hoy por hoy de incalculable valor como pasaporte en internet, al margen de su calidad por supuesto. Hoy por hoy esmuy sencillo crear una «red social».No es extrañar la gran oleada del video y su crecimiento exponencial que se va viendo estos ultimos años, dificil no quedar prendido: fácil de producir, lo produce todo el mundo, fácil de enviar, bajos costes de edición, mayor ancho de banda y más barato, y reducidos costes de almacenaje por las gran competencia de las empresas de hospedaje. El negocio del video es incipiente y se muestra algo encapsulado en su presentación, pero seguro que nos sorprenderá.