Google tendrá que pagar 130 millones de libras por impuestos atrasados en el Reino Unido, cantidad determinada después de una investigación sobre estrategias fiscales en el país.
La compañía ha llegado a un acuerdo con el HMRC (servicio británico de impuestos) para definir un nuevo plan de pago de impuestos por parte de Google en el Reino Unido, y tendrán que pagar 130 millones de libras para cubrir los intereses acumulados desde 2005.
Esta investigación ha durado 6 años, y fue definida como respuesta a la polémica sobre la poca cantidad de impuestos que pagan las grandes empresas de otros países dentro del Reino Unido (recordad, por ejemplo, el problema de Apple e Irlanda, donde la cantidad debida podría ser de miles de millones de euros, no de 200).
El ministro británico de finanzas, George Osborne, ha celebrado este acuerdo en Twitter, definiéndolo como una victoria que puede indicar el inicio de nuevas formas de actuar en el país.
Está claro que Europa está cada vez más atenta en las acciones realizadas por las grandes compañías internacionales que quieren aprovecharse de sus ventajas fiscales en el sector de la tecnología. Una cosa es ayudar a una startup a dar sus primeros pasos, otra es abrir las puertas a los que quieren ahorrar miles de millones de euros instalando sedes en otros países sin necesidad aparente.