En el corazón del cuartel general de la CIA en Langley, Virginia, se encuentra una escultura que ha despertado la curiosidad de criptógrafos, artistas y entusiastas del misterio desde su instalación en 1990. Se trata de Kryptos, una obra del artista Jim Sanborn que contiene cuatro mensajes cifrados, grabados en una plancha de cobre curvada que parece sacada de una película de espías. De esos cuatro mensajes, los tres primeros fueron resueltos durante los años noventa. El cuarto, conocido como K4, se convirtió en una especie de piedra filosofal para los cazadores de códigos. Ahora, más de tres décadas después, parece que finalmente se ha descifrado. Continúa leyendo «El misterio de Kryptos: el enigma que desveló su secreto tras 35 años»