Nacido en Etiopía y criado en Virginia, Heman Bekele es un ejemplo de lo que puede hacerse con talento y fuerza de voluntad.
Desde muy joven, las duras realidades de su tierra natal, donde observó a personas trabajando bajo el sol inclemente, le dejaron una profunda impresión que guió sus futuros intereses científicos. Este contraste le motivó a buscar soluciones a problemas de salud graves pero tratables, como el cáncer de piel, prevalente en regiones subdesarrolladas.