La inteligencia artificial está transformando todos los sectores, desde la medicina hasta la educación, pero esa revolución digital tiene un costo físico: el calor. A medida que los chips se vuelven más potentes, también generan más calor, y eso supone un reto serio para los centros de datos donde residen estos procesadores.
Los chips de IA modernos, especialmente las GPU, producen una cantidad de calor muy superior a generaciones anteriores. Esto pone en jaque a las tecnologías tradicionales de refrigeración, como los cold plates (placas frías), que ya muestran signos de quedar obsoletas frente al creciente ritmo de procesamiento y consumo energético. Según Microsoft, en cinco años podría alcanzarse un límite crítico si no se adoptan nuevos métodos de disipación térmica. Continúa leyendo «Un nuevo horizonte en refrigeración para chips de IA: el enfoque microfluídico de Microsoft»