¿Cómo puede un robot doméstico saber qué acciones son sensatas en una nueva situación? Esta es una pregunta que plantea un desafío para la eficiencia de los robots en entornos cambiantes y diversos.
En busca de una respuesta a tal interrogante, el Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL) del MIT ha desarrollado un sistema llamado PIGINet, que tiene como objetivo mejorar las capacidades de resolución de problemas de los robots domésticos mediante el uso del aprendizaje automático.