En el corazón del CERN, el experimento ALPHA ha logrado un hito inesperado: multiplicar por ocho la producción de átomos de antihidrogeno, una forma de antimateria fundamental para entender el universo. Gracias a una nueva técnica de enfriamiento de positrones, los científicos han conseguido generar más de 15.000 átomos de antihidrogeno en solo unas horas. Lo que antes tomaba semanas, ahora puede realizarse durante una noche de trabajo. Continúa leyendo «Avances en la producción de antimateria: el nuevo salto del experimento ALPHA en el CERN»
Etiqueta: física cuántica
DARPA y el altermagnetismo: la extraña física que podría transformar la tecnología militar
El altermagnetismo es un nuevo estado de la materia descubierto recientemente que desafía los conceptos tradicionales del magnetismo. A diferencia del ferromagnetismo (como el de un imán de nevera) o el antiferromagnetismo (presente en materiales que anulan sus campos magnéticos internamente), el altermagnetismo combina propiedades de ambos pero sin comportarse como ninguno. Este fenómeno presenta un orden magnético inusual en el que los electrones actúan de forma sincronizada sin generar un campo magnético neto, algo que hasta hace poco se consideraba teóricamente improbable.
Lo que ha captado el interés de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) de Estados Unidos es el potencial del altermagnetismo para revolucionar varios frentes tecnológicos. Este estado de la materia ofrece propiedades únicas que podrían aplicarse a sistemas de almacenamiento de datos más eficientes, sensores cuánticos de alta sensibilidad y materiales con conductividad extraordinaria sin necesidad de condiciones extremas como la superconductividad tradicional. Continúa leyendo «DARPA y el altermagnetismo: la extraña física que podría transformar la tecnología militar»
El motor más pequeño y caliente del mundo: un experimento que desafía la termodinámica
En un laboratorio del King’s College de Londres, un grupo de físicos ha logrado construir el motor más pequeño y más caliente jamás creado, alcanzando temperaturas de hasta 10 millones de kelvins. Este calor extremo, muy por encima de los 3,5 millones de grados Fahrenheit de la corona solar, se ha generado en una estructura tan diminuta que es más pequeña que una célula. El hallazgo, publicado en Physical Review Letters, no sólo impresiona por sus cifras, sino porque también cuestiona los fundamentos de la termodinámica clásica. Continúa leyendo «El motor más pequeño y caliente del mundo: un experimento que desafía la termodinámica»
Un cristal de tiempo visible a simple vista: cuando la cuántica se vuelve tangible
En el universo de la física cuántica, donde las reglas parecen desafiarnos con paradojas y comportamientos inusuales, los cristales de tiempo se han ganado un lugar privilegiado. A diferencia de los cristales comunes que repiten patrones en el espacio (como los diamantes o la sal), los cristales de tiempo repiten su estructura en el tiempo. Es decir, sus átomos oscilan en un ciclo constante, sin consumir energía externa. Imagina un reloj que marca la hora eternamente sin necesidad de baterías: eso, en esencia, es un cristal de tiempo. Continúa leyendo «Un cristal de tiempo visible a simple vista: cuando la cuántica se vuelve tangible»
Físicos y algoritmos: una alianza inesperada para resolver un misterio cuántico
La inteligencia artificial sigue encontrando nuevos terrenos donde ser útil, y esta vez lo ha hecho en un ámbito que parecía exclusivo del pensamiento humano: la física cuántica. En un estudio reciente, un grupo de investigadores demostró que la colaboración entre humanos y algoritmos de machine learning puede desentrañar problemas que, por separado, ninguno podía resolver. Continúa leyendo «Físicos y algoritmos: una alianza inesperada para resolver un misterio cuántico»
¿Y si la gravedad fuera un algoritmo? Una sorprendente teoría sobre vivir en una simulación
La gravedad es como ese amigo silencioso que siempre está presente, aunque nunca entendamos del todo cómo funciona. Nos mantiene pegados al suelo, hace que los planetas orbiten alrededor del Sol y regula el comportamiento de todo el cosmos. Pero ¿y si ese amigo no fuera quien creemos? Un físico británico propone una idea tan provocadora como fascinante: la gravedad no sería una fuerza física, sino una herramienta de optimización de datos… como si el universo fuera una simulación informática.
El universo como una especie de superordenador
Melvin Vopson, físico de la Universidad de Portsmouth, ha presentado una nueva interpretación del funcionamiento del universo. Según su estudio más reciente, la gravedad podría ser el resultado de un proceso de compresión de información, no una atracción invisible entre cuerpos con masa.
Es decir, el universo actuaría como una especie de “ordenador cósmico” que busca la eficiencia al manejar la enorme cantidad de datos que contiene. Si eso suena a ciencia ficción, es porque lo es… pero también tiene bases científicas intrigantes.
Gravedad como función de eficiencia
Vopson sostiene que la gravedad no está “jalando” cosas entre sí, como aprendimos en la escuela. En cambio, lo que hace es “empaquetar información” para organizar la materia de la forma más eficiente posible. Es como cuando comprimimos archivos en un .zip para que ocupen menos espacio en el disco duro: reducimos el desorden y mantenemos todo más compacto.
En esta visión, la gravedad sería una especie de algoritmo que minimiza el “peso informático” del universo, simplificando la forma en que la materia se distribuye en el espacio. La razón por la que los planetas, las estrellas y nosotros mismos estamos formados por bloques cohesivos de materia no sería solo una consecuencia de la masa, sino una decisión del sistema para optimizar el procesamiento de datos.
¿Pixeles en el espacio-tiempo?
Esta teoría se apoya en una idea aún más radical: que el espacio-tiempo estaría compuesto por unidades discretas, como si fueran píxeles en una pantalla. Cada una de estas unidades sería binaria: estarían “encendidas” o “apagadas”, dependiendo de si contienen materia o no. Tal como ocurre con los bits en un ordenador, que solo pueden tener dos estados, estas unidades formarían la base fundamental de la realidad.
Así, cuando varios objetos o partículas ocupan el mismo espacio, el “sistema” (el universo) opta por agruparlos como un solo bloque, reduciendo la complejidad computacional. Es decir, si dos partículas están demasiado cerca, la gravedad las “fusiona” en un objeto mayor, lo que es más simple de procesar que muchas partículas sueltas. Un truco de eficiencia digital.
De la entropía térmica a la “infodinámica”
Uno de los pilares de la física clásica es la segunda ley de la termodinámica, que dice que la entropía siempre tiende a aumentar. Es la razón por la que las cosas se desordenan con el tiempo, por la que el hielo se derrite o una habitación se ensucia si no la limpias.
Vopson propone un giro: la segunda ley de la infodinámica. En lugar de asumir que la información se desordena, sugiere que puede tender al orden si eso beneficia al sistema. En otras palabras, el universo buscaría reducir la entropía informativa, justo al revés que con la energía.
Este comportamiento se parece más al de una simulación que al de un sistema físico clásico. En los videojuegos, por ejemplo, los recursos se cargan solo cuando son necesarios. No se representa cada hoja de cada árbol, sino solo lo que el jugador ve, para reducir la carga de procesamiento. Esta lógica parece similar a la que Vopson le atribuye a la gravedad.
La información tiene masa
En investigaciones anteriores, Vopson ya había planteado otra idea audaz: la información tiene masa. Según sus cálculos, los datos que componen el universo no son simplemente conceptos abstractos, sino entidades físicas con peso propio. Un poco como ocurre con el ADN, que almacena toda la información genética en una cadena molecular tangible.
Imagina que cada partícula del universo fuera una especie de unidad de almacenamiento, como una memoria USB microscópica. Así, la realidad física sería una gran base de datos en constante reorganización, y las leyes de la física serían los algoritmos que la gestionan.
¿Estamos dentro de una simulación?
Esta teoría no prueba directamente que vivimos en una simulación. Pero ofrece una nueva lente con la cual mirar fenómenos que seguimos sin comprender del todo, como la propia gravedad. Por más que podamos medirla y predecir sus efectos con enorme precisión, seguimos sin saber por qué existe ni cómo surge.
El modelo de Vopson sugiere que la gravedad no es una causa, sino una consecuencia. Un síntoma de que el universo opera bajo reglas de procesamiento de información, igual que un videojuego necesita un motor gráfico para mostrar los objetos.
Si esta visión resulta acertada, podría ser una de las pistas más claras de que el universo no es una creación espontánea, sino una construcción lógica, basada en código.
¿Qué implicaría esto para la ciencia?
Plantear que la gravedad es un algoritmo optimizador abre puertas insospechadas. Para empezar, cambiaría radicalmente nuestra forma de entender la física. Las teorías actuales buscan unificar la gravedad con la mecánica cuántica, pero no lo han logrado aún. Esta perspectiva podría ofrecer un puente entre lo físico y lo informático.
Además, cambiaría nuestra concepción de la materia y la información. Si los datos son materia y la materia es información, entonces todo el universo podría leerse como un gigantesco libro codificado. O como un videojuego extremadamente avanzado, del que no somos más que personajes conscientes dentro de un entorno virtual muy bien diseñado.
Un debate tan filosófico como científico
Las implicaciones de esta teoría no solo tocan la física, sino también la filosofía. Si todo lo que percibimos es parte de una simulación, ¿quién la creó? ¿Y por qué? ¿Podemos salir de ella o hackearla?
Aunque estas preguntas aún están lejos de tener respuesta, lo cierto es que teorías como la de Vopson nos invitan a repensar lo que creemos saber sobre el mundo. Y eso, en sí mismo, ya es una forma valiosa de avance científico.
Científicos convierten la luz en un sólido que fluye como líquido por primera vez
La física cuántica nunca deja de sorprendernos, y ahora un equipo de investigadores ha logrado algo que podría cambiar nuestra comprensión de la materia y la luz: han convertido la luz en un supersólido, un estado cuántico exótico que combina las propiedades de un sólido y un líquido sin viscosidad. Este hito en la física de la materia condensada podría abrir puertas a nuevas tecnologías cuánticas y aplicaciones revolucionarias.
Continúa leyendo «Científicos convierten la luz en un sólido que fluye como líquido por primera vez»
Físicos descubren una nueva forma de medir el tiempo sin punto de partida
La medición del tiempo ha sido una constante en la historia humana, desde relojes de sol hasta avanzados relojes atómicos. Sin embargo, en el ámbito de la física cuántica, donde los electrones se comportan de manera impredecible, los métodos tradicionales resultan insuficientes. Investigadores de la Universidad de Uppsala en Suecia han desarrollado una técnica innovadora que permite medir el tiempo sin necesidad de un punto de inicio definido.
Continúa leyendo «Físicos descubren una nueva forma de medir el tiempo sin punto de partida»
Un vistazo al microscopio más rápido del mundo: capturando el movimiento de los electrones en tiempo real
Imagínate tener una cámara tan rápida que pueda capturar el movimiento de algo tan pequeño y veloz como un electrón. Es como tener un superpoder, pero en el mundo de la ciencia. Pues bien, esto ya es una realidad gracias a un equipo de físicos de la Universidad de Arizona, que ha desarrollado el microscopio más rápido del mundo, capaz de congelar el tiempo a una escala de un attosegundo. Para ponerlo en perspectiva, un attosegundo es una quintillonésima parte de un segundo, lo que significa que en un segundo caben tantos attosegundos como segundos han pasado desde que el universo existe… dos veces. Es alucinante, ¿verdad?
Por qué no puedes montar un ordenador cuántico en tu casa
Aunque el título parezca un poco ridículo, es una pregunta que he realizado a varios conocidos durante este fin de semana, y la mayoría de las respuestas ha sido «por qué no», sin ningún argumento específico que ayude a comenzar una interesante conversación de domingo sobre física cuántica.
Continúa leyendo «Por qué no puedes montar un ordenador cuántico en tu casa»