Los guisantes, los frijoles y el trébol comparten un superpoder que los diferencia del maíz, el trigo y el arroz: no dependen de fertilizantes nitrogenados para crecer. Esta capacidad les permite formar alianzas naturales con bacterias capaces de transformar el nitrógeno del aire en un nutriente aprovechable para la planta. Hasta ahora, esta simbiosis parecía reservada para unas pocas especies. Sin embargo, un reciente hallazgo en la Universidad de Aarhus apunta a que ese límite podría desaparecer. Continúa leyendo «Una pequeña mutación que podría cambiar la agricultura para siempre»