En un movimiento audaz, Portugal ha decidido cerrar sus puertas a empresas de países y jurisdicciones de «alto riesgo» con respecto a su red telefónica de quinta generación (5G).
Siguiendo los pasos de otras naciones occidentales, Portugal ha bloqueado efectivamente al gigante tecnológico chino Huawei Technologies Co. de su mercado, lo que generó sorpresa y provocó conversaciones sobre las implicaciones para la seguridad nacional.