Nuestra relación con los dispositivos inteligentes ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, lo que ha llevado a una mayor presencia de estos en nuestra vida cotidiana.
Sin embargo, este aumento también ha aumentado los riesgos de seguridad asociados con la conexión de dispositivos a Internet, estableciendo la necesidad de reforzar las medidas preventivas ante posibles ataques.