Un equipo de investigadores de la Universidad de Sídney, en colaboración con la startup Dewpoint Innovations, ha desarrollado un material con un comportamiento tan sorprendente como útil: se aplica como una pintura, no requiere electricidad, y es capaz de reflejar el calor del sol, enfriar superficies y capturar agua del aire. Esta solución pasiva apunta directamente a dos de los desafíos más urgentes del siglo XXI: el calentamiento urbano y la escasez de agua potable.
Esta innovadora «pintura» no es simplemente un recubrimiento estético, sino un polímero nanoestructurado con propiedades ópticas y térmicas avanzadas. Su estructura porosa le permite reflejar hasta el 97 % de la luz solar y al mismo tiempo radiar el calor hacia la atmósfera, lo que mantiene la superficie en la que se aplica hasta seis grados más fría que el aire circundante. Continúa leyendo «Una pintura que enfría edificios y extrae agua del aire: el nuevo avance que podría cambiar las ciudades»