Cuando en 2003 la NASA buscaba una simulación fotorrealista de Marte, acudió a Nvidia, una empresa entonces centrada en tarjetas gráficas para videojuegos. Ese encuentro marcó el comienzo de una relación transformadora que, dos décadas después, está redefiniendo los límites del conocimiento científico gracias al deep learning.
La clave del cambio llegó en 2006, cuando Nvidia lanzó CUDA, una plataforma de computación paralela que permitió usar las GPU para tareas científicas. Este paso abrió la puerta a una nueva era: la potencia de procesamiento pensada para crear mundos virtuales ahora podía aplicarse a analizar grandes volúmenes de datos reales. Continúa leyendo «NASA y Nvidia: Cómo el deep learning impulsa una nueva era en el descubrimiento científico»