El ser humano una vez domesticados el perro, el caballo y demás animales de granja, facilitó su vida un poco, pero seguía soñando con que alguien haga su trabajo por él, ya que es bien sabido que la pereza es el motor del progreso.
Lamentablemente, debido a su tipo de intelecto los animales no son aptos para este papel de sirviente eficaz y obediente. Los esclavos o los siervos de la gleba tampoco querían esforzarse demasiado trabajando para el amo y cada vez que podían se amotinaban. Entonces, desde los experimentos de alquimistas medievales que intentaban crear al «golem», nació la idea de un ayudante mecánico capaz de obedecer y sustituir en todo al ser humano. En el s. XX el sueño de los robots tomó un nuevo rumbo y se plasmó en la literatura de ciencia ficción y el cine. Continúa leyendo «Cómo encontrar trabajo en el campo de Inteligencia Artificial para la industria»