La ambición y su lado oscuro: ¿Impulso al éxito o camino hacia la falta de ética?

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La ambición ha sido durante mucho tiempo un motor fundamental del progreso humano. Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad de Stanford revela que no todas las formas de ambición son iguales. De acuerdo con la investigación realizada por los profesores Charles O’Reilly y Jeffrey Pfeffer, la motivación detrás del deseo de éxito puede marcar la diferencia entre un comportamiento ético y uno cuestionable.

Ambición: ¿Virtud o doble filo?

Históricamente, la ambición ha sido considerada una cualidad clave para alcanzar el éxito profesional y personal. Sin embargo, este nuevo estudio publicado en Personality and Individual Differences sugiere que las razones que impulsan la ambición pueden influir directamente en la propensión de una persona a actuar de manera poco ética.

O’Reilly y Pfeffer distinguen dos tipos principales de ambición:

  • Ambición extrínseca: Motivada por el deseo de riqueza, poder y estatus.
  • Ambición intrínseca: Guiada por la búsqueda de autonomía, desafíos y maestría en una disciplina.

El hallazgo más preocupante del estudio es que aquellas personas con un alto nivel de ambición extrínseca tienen una mayor tendencia a incurrir en prácticas poco éticas con tal de alcanzar sus objetivos.

Experimentos y hallazgos clave

Para evaluar la relación entre ambición y ética, los investigadores realizaron una serie de experimentos con diversos participantes. Se les pidió que tomaran decisiones en escenarios que ponían a prueba su integridad. Entre los experimentos destacaron:

  • Exageración de logros: Se evaluó si los participantes estarían dispuestos a mentir sobre sus logros para impresionar a otros.
  • Engaño en entrevistas de trabajo: Se midió cuántos participantes admitirían que falsificarían datos en su currículum.
  • Juego de dados amañado: Se utilizó un juego de azar donde era imposible obtener un determinado resultado, pero se permitió que los participantes reportaran su propio puntaje. Los ambiciosos extrínsecos mintieron con mayor frecuencia para obtener recompensas monetarias.

Implicaciones en el mundo laboral

Los resultados del estudio tienen serias implicaciones para la selección de líderes y ejecutivos en empresas y organizaciones. Pfeffer y O’Reilly sugieren que los consejos directivos deberían considerar no solo la capacidad de un candidato para alcanzar metas, sino también los valores que lo motivan.

Casos emblemáticos como Enron, Theranos y WeWork han demostrado cómo la ambición sin escrúpulos puede derivar en escándalos financieros y daños irreparables para empleados e inversores.

Ética vs. Realidad: Un debate sin resolución

A pesar de los hallazgos, los propios autores discrepan sobre si la ambición extrínseca debería ser considerada negativa en todos los casos. Mientras O’Reilly defiende la idea de que es necesario fomentar un liderazgo ético, Pfeffer argumenta que el mundo laboral recompensa el pragmatismo y el poder, incluso cuando estos no siempre se alinean con los valores morales tradicionales.

Como menciona Pfeffer: «No necesariamente se trata de cambiar la realidad, sino de comprender cómo funciona.» O’Reilly, por otro lado, cree que los académicos tienen la responsabilidad de promover modelos de liderazgo basado en principios.

El estudio destaca la importancia de comprender que la ambición, por sí sola, no es ni buena ni mala. Lo que determina su impacto en la sociedad es la motivación detrás de ella. Empresas, gobiernos y universidades deben considerar estos hallazgos al tomar decisiones clave sobre contratación y promoción de talento.