AnonFiles, fundado en 2011, emergió como un servicio líder que permitía a los usuarios compartir archivos de hasta 20GB sin restricciones de descarga. Su característica distintiva era que no requería registro, garantizando el anonimato total tanto para subir como para descargar archivos. Esta propuesta de valor atrajo a una base de usuarios constante, pero también a aquellos que compartían contenido de dudosa legalidad.
Casi en paralelo al nacimiento de AnonFiles, surgió BayFiles.com, un servicio afiliado lanzado por The Pirate Bay. Ambos sitios compartían un diseño similar y ofrecían características idénticas, consolidándose como referentes en el mundo del alojamiento de archivos.
Con una popularidad que alcanzó más de 18 millones de visitantes al mes, AnonFiles no pasó desapercibido para los titulares de derechos. Fue etiquetado repetidamente como un sitio «notorio» por piratería, atrayendo la atención de entidades como la RIAA (Asociación de la Industria Discográfica de América). Esta organización, en 2021, informó sobre AnonFiles al Representante Comercial de EE.UU., señalando la falta de respuesta del sitio a las notificaciones y su papel en la distribución de contenido pirateado.
Los propietarios actuales de AnonFiles, que adquirieron el sitio hace dos años, enfrentaron un desafío monumental. A pesar de implementar filtros automáticos y restricciones de nombres de archivo, el abuso por parte de los usuarios fue abrumador. Con millones de cargas y petabytes de datos, ninguna medida parecía ser suficiente. Esta situación culminó cuando el servicio proxy del sitio fue descontinuado, llevando a AnonFiles a tomar la difícil decisión de cerrar.
Aunque el equipo actual de AnonFiles ha decidido cerrar, el nombre en sí podría no desaparecer. El dominio está a la venta, invitando a otros a tomar el relevo. Sin embargo, el destino de BayFiles.com, que también ha desaparecido de la web, sigue siendo un misterio.
La historia de AnonFiles nos recuerda la complejidad de equilibrar la libertad en línea con la responsabilidad. En un mundo digital donde el anonimato puede ser tanto una herramienta de libertad como un arma de abuso, los sitios como AnonFiles enfrentan desafíos únicos. Su cierre nos invita a reflexionar sobre cómo podemos proteger la libertad en línea mientras garantizamos un espacio seguro para todos.