El accidente cerebrovascular, también conocido como ictus, es una de las principales causas de discapacidad en adultos en la Unión Europea. Cada año, aproximadamente 1,1 millones de personas se ven afectadas por esta condición.
Después de sufrir un ictus, muchos pacientes requieren rehabilitación para recuperar habilidades motoras y lingüísticas. Además de la terapia física y ocupacional, la musicoterapia se ha demostrado como una herramienta efectiva en la recuperación de pacientes con ictus.
La robótica blanda como apoyo en la rehabilitación de pacientes
Un estudio reciente publicado en Frontiers in Robotics and AI, ha revelado cómo la robótica blanda puede contribuir a la recuperación de pacientes con ictus, permitiéndoles aprender nuevamente habilidades que requieren destreza y coordinación, como tocar música. El guante de exoesqueleto inteligente desarrollado por el equipo de investigación ha demostrado ser una herramienta eficaz en este proceso.
El guante de exoesqueleto inteligente diseñado por el equipo de investigación es un guante roba-lúcido 3D impreso en capas, con un peso de tan solo 191g. Su diseño flexible y adaptable permite que se ajuste a la anatomía de cada usuario. El guante cuenta con actuadores neumáticos suaves en las yemas de los dedos, que imitan los movimientos naturales de las manos. Además, contiene una matriz de 16 sensores táctiles flexibles en cada punta de los dedos, brindando sensaciones táctiles al usuario durante la interacción con objetos o superficies.
Los investigadores utilizaron técnicas de aprendizaje automático para enseñar al guante a diferenciar entre una interpretación correcta e incorrecta de una canción de piano. Mediante el uso de movimientos preprogramados, el guante operó de forma autónoma, sin necesidad de intervención humana. Esto demuestra el potencial del guante como una herramienta para la rehabilitación personalizada de personas que deseen volver a aprender a tocar música.
Retroalimentación, mejoras en el rendimiento y perspectivas futuras
Una vez demostrado su funcionamiento, el guante puede programarse para proporcionar retroalimentación al usuario sobre su desempeño. Esto se puede lograr a través de retroalimentación háptica, señales visuales o sonoras. De esta manera, el usuario puede entender qué aspectos de su interpretación fueron exitosos y en qué aspectos necesita mejorar.
Aunque el guante de exoesqueleto inteligente muestra resultados prometedores, aún existen desafíos a superar. Entre ellos se encuentran mejorar la precisión de la detección táctil, aumentar la adaptabilidad del diseño del exoesqueleto y perfeccionar los algoritmos de aprendizaje automático para interpretar y responder de manera más efectiva a la entrada del usuario. Además, se plantea la posibilidad de adaptar el diseño del guante a otras tareas de rehabilitación, como la manipulación de objetos.