Las duchas eléctricas son una alternativa popular para obtener agua caliente en casa, principalmente en América Latina, ya que en Europa no se ven muchos. Durante los 15 años que viví en Brasil, usé este tipo de ducha a diario, y aquí estoy vivito y coleando, por lo que tan peligroso no es.
Sin embargo, el uso de estos dispositivos también conlleva riesgos significativos de electrocución. En este artículo, compartiremos algunos consejos de seguridad que pueden ayudarte a evitar este tipo de accidentes.
Instalación profesional
La instalación de duchas eléctricas debe ser realizada por profesionales experimentados en electricidad. Muchos propietarios y arrendatarios optan por instalarlas ellos mismos para ahorrar tiempo y dinero. Sin embargo, esto no es recomendable debido a los problemas eléctricos que pueden surgir si las duchas eléctricas no están correctamente instaladas.
Una instalación incorrecta no solo puede provocar electrocuciones, sino que también puede afectar la calidad de la ducha y aumentar el consumo de energía. Por lo tanto, es importante asegurarse de que el instalador sea un electricista certificado y de que la instalación cumpla con los requisitos de seguridad eléctrica.
Cableado adecuado
Aunque hayas contratado a un profesional para instalar la ducha eléctrica, asegúrate de que se utilicen los cables adecuados. Algunos electricistas utilizan cables más baratos y de baja calidad para ahorrar dinero. Esto puede ser peligroso, ya que las duchas eléctricas requieren cables de 4.5 mm de diámetro de alta calidad para evitar que se calienten y quemen el revestimiento aislante, exponiendo los cables eléctricos que pueden ser mortales.
Durante la instalación, asegúrate de no mezclar los cables de tierra y los cables de corriente. Si los cables de tierra y los de corriente se mezclan, aumenta la posibilidad de electrocución.
Es necesario tener una buena puesta a tierra durante la instalación, de lo contrario, la ducha eléctrica se convierte en un peligro para el usuario. Si hay una falla eléctrica, ésta pasa por el cable de tierra, y si no hay uno, el cuerpo actúa como uno, y la persona es electrocutada de inmediato.
El interruptor debe colocarse siempre fuera del baño para evitar cualquier posibilidad de que el agua entre en contacto con la corriente eléctrica. Si el interruptor se va a colocar dentro del baño, debe ponerse en el techo y que pueda ser accedido a través de una cuerda que no conduzca electricidad.
Altura adecuada
Al instalar la ducha eléctrica, asegúrate de que no esté a una altura menor que la cabeza de la persona más alta de la casa. Esto es muy importante para eliminar el riesgo de cortocircuitos.
Chequeos regulares
Al igual que con cualquier otro electrodoméstico, es importante hacer chequeos regulares para asegurarse de que la ducha eléctrica funcione correctamente. Esto se puede lograr probando la válvula de temperatura y presión, que está diseñada para evitar que el calentador de agua explote si la temperatura o la presión superan el límite seguro. Si abres la válvula y el agua no fluye libremente, debes reemplazarla de inmediato.
Recuerda que la seguridad es primordial cuando se trata de utilizar duchas eléctricas. Desde la instalación adecuada hasta la elección de los cables correctos, cada paso es importante para evitar riesgos de electrocución.