Un buen violín cuesta muchos miles de euros, millones en algunos casos. Uno normalito ya pasa de mil euros, lo que hace que sea muy caro aprender a tocar el instrumento.
La impresión 3D puede ayudar a que eso no sea así, imprimiendo violines duraderos y más baratos, especialmente diseñados para estudiantes de música.
Para demostrarlo, el Programa de Jóvenes Artistas AVIVA ha organizado un concierto compuesto específicamente para instrumentos impresos en 3D. Su directora, Mary-Elizabeth Brown, comentó:
La inspiración del equipo se encuentra en múltiples lugares. Nuestros objetivos eran explorar el nuevo mundo sonoro creado mediante el uso de nuevos materiales, aprovechar la nueva tecnología que se utiliza en otras disciplinas y hacer que la educación musical sea sostenible y accesible mediante la impresión de instrumentos más duraderos.
El concierto se realizó ayer, 6 de diciembre, en la 183.ª Reunión de la Acoustical Society of America, en el Grand Hyatt Nashville Hotel, y fue todo un éxito.
Cómo eran los violines impresos en 3D
El violín impreso en 3D se creó en dos partes.
Por un lado tenemos el cuerpo, hecho con un material de polímero plástico, de la misma manera que un violín acústico tradicional, y diseñado para producir un tono resonante. Por otro lado tenemos el mástil y el diapasón, impresos en plástico ABS suave para que sea cómodo en las manos del músico.
El resultado produce un sonido más oscuro y suave que los instrumentos tradicionales, algo que puede irse modificando cambiando el diseño.
Los costes de producción también pueden variar en función de la técnica de impresión usada, por lo que creen que dentro de poco podrán imprimir muchos para estudiantes que no puedan adquirir uno tradicional.