Son 30 los países que tienen bases instaladas en la Antártida. Entre asentamientos militares y centros de investigación científica, se estima que sus habitantes varían entre 1000 en invierno y 5000 en verano.
El continente polar actualmente tiene acceso a Internet, principalmente vía satélite, pero sin la estabilidad y velocidad de otras latitudes. Esto cambiará prontamente, pues autoridades chilenas firmaron un acuerdo para instalar el primer cable submarino de fibra óptica que conecte la zona austral de Sudamérica con el Territorio Antártico.
Internet de alta velocidad llegará a la Antártida
Este proyecto surgió por el esfuerzo conjunto de SUBTEL, Subsecretaría de Telecomunicaciones de Chile, el Gobierno Regional de Magallanes, la región más austral del continente y Desarrollo País, una empresa estatal dedicada a proyectos de infraestructura.
Ayer, 25 de noviembre, las mencionadas partes firmaron un acuerdo para promover la realización de las primeras cotizaciones, cuya información permitirá impulsar la elaboración de un estudio de factibilidad técnica, legal, económica y financiera.
La estación de aterrizaje ubicada en Puerto Williams, Región de Magallanes, es el punto más cercano de unión entre América del Sur y la Antártida. Esta condición ofrece una gran oportunidad para desplegar el denominado Cable Submarino Antártico a través del Océano Austral.
Existen varios proyectos que han buscado concretar esta misma iniciativa. Sin embargo, la propuesta chilena se perfila como una opción más viable, pues la fibra óptica ya se encuentra en despliegue dentro del extremo sur chileno. Por lo mismo, conectar Tierra del Fuego —el archipiélago donde se emplaza Puerto Williams— con el continente del polo sur, permitiría reducir costos frente a otras propuestas.
A través del comunicado de prensa oficial de SUBTEL, el subsecretario de Telecomunicaciones, Francisco Moreno, señaló que “pese a ser un continente que se sustenta en la investigación científica, hoy la Antártica presenta enormes limitaciones al padecer de una insuficiente conectividad digital. A través de este proyecto, y gracias al despliegue de la Fibra Óptica Austral (FOA) en Magallanes y Tierra del Fuego, aspiramos a que los grandes volúmenes de información científica que surgen desde las múltiples y trascendentales investigaciones que se realizan en este continente, tales como el cambio climático y la evolución biológica, circulen desde la Antártica al resto del mundo a través de las redes de telecomunicaciones chilenas. Estamos dando el primer paso para crear un hub digital antártico y consolidar la posición de Chile como el hub digital de la región”.
Los aproximados mil kilómetros de tendido de fibra óptica submarina que se contemplan en este proyecto, podrán establecer una vía de comunicación digital de alta capacidad de flujo de datos y de alta velocidad, cuya contribución puede servir para todas las actividades que se desarrollan en el continente, vinculándose con el resto del mundo.