La Fundación Mozilla se ha cansado en la manera en la que desde Windows 10 se lleva dificultando el cambio hacia otro navegador web alternativo como predeterminado, beneficiando claramente a Edge, la opción predeterminada que llega de serie con Windows 10.
De nada ha servido la carta enviada en el año 2015 proponiéndole que implemente un sistema que facilite a los usuarios el cambio de navegador web predeterminado a otro sin tener que pasar por el actual proceso tedioso.
Buscando la igualdad entre navegadores web
Ante esta situación, la organización ha pasado a la acción para facilitar que los usuarios puedan elegir a Firefox como navegador web por defecto de una bastante sencilla, evitándoles la necesidad de abandonar Firefox para acudir a las opciones de configuración del sistema para hacer el cambio, eludiendo además las consiguientes advertencias de seguridad.
Para ello, desde Mozilla ha realizado ingeniería inversa, implementando un proceso interno en segundo plano que elude las protecciones de seguridad de Windows 10, para que los usuarios puedan optar por Firefox como navegador predeterminado a un click de distancia y de forma transparente.
Microsoft cuenta con protecciones de seguridad que, en principio, tratan de evitar que el malware pueda ser capaz de cambiar las aplicaciones que se encuentran establecidas como predeterminadas por otras.
El lanzamiento de este mecanismo tuvo lugar con el lanzamiento de la versión 91 de Firefox, que llegó el pasado 10 de agosto, y de la que hasta hoy no llegamos a conocer dado que ha sido una implementación a la que no se le ha dado bombo.
De esta manera, y si no hay cambios por el camino, ahora es posible hacer el cambio hacia Firefox de forma similar a la que permite Microsoft Edge.
Queda por saber si desde Microsoft tomarán cartas en el asunto que llegue a invalidar este proceso, ya que desde Microsoft consideran que este proceso no es compatible.
Lo más interesante llegará dentro de poco con la nueva versión de Windows, Windows 11, que saldrá el próximo 5 de octubre, que hará aún más difícil si cabe cambiar de navegador web al que Windows ya tiene por defecto tras su instalación.
De momento, la victoria está de lado de la Fundación Mozilla y de los usuarios que apuestan por tener a Firefox como navegador web predeterminado frente a otras opciones.
No sabemos si el resto de desarrolladores de navegadores realizarán movimientos similares para no quedarse atrás o confiarán en lo que desde Microsoft establece para este mecanismo, pese a su dificultad.