Así es, no estás leyendo una premisa de la próxima película de Christopher Nolan. Una representación virtual de toda la tierra es el ambicioso proyecto que se traen entre manos un grupo de científicos europeos como parte de un plan para predecir el rumbo que tomará el cambio climático, a través de la simulación de diferentes escenarios.
De acuerdo con la investigación publicada al respecto en la revista Nature Climate Change los científicos esperan que una vez que esté terminado este gemelo digital de la Tierra sea posible llevar a cabo un estudio en torno a los impactos que tendrán diversas políticas dirigidas al medio ambiente, entre otros factores.
Para ello, la Tierra virtual será alimentada con datos climáticos y meteorológicos precisos junto con datos de las actividades humanas. Esto con el fin de observar los efectos generados sobre esta y determinar en base a ellos posibles escenarios que puedan ayudar o no al medio ambiente para reducir los estragos causados por el cambio climático global.
Bajo el nombre de Destino Tierra, este proyecto de virtualizar la misma forma parte de un programa de 10 años propuesto por la Unión Europea.
A través de esta se busca establecer un esquema de actuación que sirva de utilidad a los distintos gobiernos del continente europeo para lograr la neutralidad neta del carbono para el año 2050. Esto de acuerdo a lo expresado en un comunicado de prensa de la ETH de Zúrich acerca del proyecto.
En un ejemplo planteado durante un comunicado de prensa, el co-iniciador de Destino Tierra y subdirector de investigación del Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo, Peter Bauer, expuso lo siguiente:
«Si se proyecta un dique de dos metros de altura en los Países Bajos, por ejemplo, yo puedo analizar los datos en mi gemelo digital y comprobar si el dique seguirá protegiendo con toda probabilidad contra los fenómenos extremos previstos para 2050»
Por otro lado, los científicos involucrados en el proyecto confían en la efectividad que este tendrá luego de estar terminado gracias a las mejoras efectuadas sobre los modelos meteorológicos y climáticos en décadas pasadas.
Aunque también son conscientes del esfuerzo que implicará la construcción del mismo, ya que piensan que será necesario un equipo especializado, así como superordenadores más avanzados que los que existen en la actualidad.
Fuente: nature.com