Un proyecto desarrollado de manera conjunta entre la empresa japonesa Sumitomo Forestry y la Universidad de Kioto, busca dar origen a soluciones que se valgan de la madera como materia prima para la construcción de satélites.
La apuesta es reciente, la investigación se encuentra en etapa experimental y su fin, entre varias otras metas propuestas, es contribuir con la reducción de la basura espacial, al usar este elemento combustible que permitiría reducir los desechos que dejan en órbita estos aparatos tras la finalización de su ciclo de vida.
El aluminio y otras aleaciones metálicas resisten incluso impactos nucleares. A nivel de resistencia, durante la etapa de actividad de los satélites en órbita, esto suele ser visto como una ventaja. El problema llega una vez que dejan de funcionar, pues simplemente pasan a ser basura flotante que, además de ser un peligro para el resto de los satélites operativos, son una amenaza constante dada su cercanía con la Tierra, ante el eventual desprendimiento de piezas que podrían permanecer en la atmósfera o caer a la superficie.
Sin ir muy lejos, datos del Foro Económico Mundial señalan que en el espacio hay una cantidad cercana a los 6.000 satélites artificiales, pero sólo el 60% de ellos permanece operativo. Por la técnica requerida y los gastos involucrados, la reducción de la basura espacial ha sido una de las grandes deudas del desarrollo de esta área y es en ese desafío en el que se centra la propuesta japonesa.
La solución para los satélites podría estar en la madera
El principal beneficio que se apareja con la llegada de los satélites construidos a base de madera es su eventual capacidad de quemarse por completo al finalizar su ciclo útil, regresando a la tierra, con suerte, en forma de cenizas.
También, otra ventaja considerable de esta propuesta radica en la forma bajo la que pueden coexistir los sistemas de telecomunicaciones con la materia prima extraída de los árboles. A diferencia de una carcasa metálica, una cubierta de madera no obstruye la emisión o recepción de ondas electromagnéticas, condición que permitiría reducir el tamaño de los satélites al ubicar en su interior componentes como antenas, que por lo general suelen ir en la parte exterior.
El anuncio de este proyecto se reveló al mundo a través de un comunicado liberado por la agencia Nikkei Asia, donde se señala que se espera la concreción de esta iniciativa para 2023, con un primer lanzamiento.
Actualmente, la investigación continúa abocada en el desarrollo del uso de madera adaptada a las condiciones del espacio, como los cambios radicales de temperatura y la exposición directa a los rayos del sol. Los experimentos aún están en proceso y sus proyecciones no acaban con el primer lanzamiento, pues la investigación se extendería por lo menos hasta 2024.
La sustentabilidad como desafío para asegurarle un mejor futuro a nuestro mundo no pasa sólo por pequeñas acciones. Desde sus respectivas áreas, en Japón una empresa maderera y una casa de estudios superiores buscan realizar su aporte, que probablemente podría marcar pauta en el medio durante los años venideros.
Imagen: Sumitomo Forestry / Nikkei