Cuando se trata de productos diseñados con adhesivos temporales, muchos de ellos requieren la aplicación de una fuerza considerable para ser removidos. Esto hace que siempre se corra el riesgo de que se produzca daños sobre las superficies en las cuales hayan sido adheridas como una pared o sobre la piel.
No obstante, un grupo de investigadores de la Universidad de Dartmouth han ideado un pegamento que se desvanece en el aire en el momento que ya no es requerido.
Por lo general, los pegamentos usados en el desarrollo de productos con adhesión temporal presentan cadenas de moléculas largas denominadas polímeros, las cuales tienden a enredarse generando uniones fuertes. No obstante, los investigadores de Dartmouth enfocaron sus esfuerzos en la creación de una clase de adhesivos denominados sólidos moleculares donde, en vez de formarse cadenas enmarañadas, las moléculas se superponen unas sobre otras, manteniéndose sujetas por diferentes tipos de fuerzas intermoleculares en función de su estructura química.
El grupo de investigación de Dartmouth tuvo la oportunidad de dar a conocer su trabajo en Chemistry of Materials.
Dichas moléculas pueden ser aprovechadas con el tiempo para el desarrollo de adhesivos basados en solidos moleculares, los cuales son reconocidos no solo por su fuerza, sino también por su facilidad de creación.
Esta facilidad también es reflejada en la capacidad que tienen estos solidos moleculares para ser removidos sin requerir la intervención de otros químicos o de una fuerza excesiva.
Al momento de llevar a cabo la prueba el equipo dispuso 300 miligramos de su pegamento y lo aplicó sobre un par de placas de aluminio para unirlas entre sí. Después, las placas de metal fueron conectadas a mosquetones y correas, logrando con éxito soportar un peso de 80 kg de uno de los investigadores.
Con este resultado los investigadores se mostraron optimistas de hacer en el futuro nuevos adhesivos con la resistencia necesaria para soportar hasta 225 kg.