La computación neuromórfica ha estado siendo usada por los científicos de Intel para desarrollar un brazo robótico e instalarlo en una silla de ruedas con el propósito de ayudar a pacientes con lesiones de la columna vertebral en la realización de sus tareas diarias.
En este sentido, la investigación llevada a cabo por Intel arrojó que, aquellas personas que sufrían restricción en los movimientos de la parte superior del cuerpo a causa de lesiones severas, presentaban una gran dificultad para efectuar acciones como alcanzar y manipular objetos.
Si bien la mecánica de los brazos robóticos existentes puede proporcionar a estas personas el apoyo necesario para efectuar estas y otras tareas, el costo de sus piezas es muy alto, haciendo de este un objeto difícil de adquirir por la mayoría de las personas que puedan tener la necesidad de adquirir uno.
En referencia a esto, Intel señaló que a través de Lohi, su chip de computación neuromórfico, es posible impactar considerablemente en los costos actuales de estos robots y reducirlo hasta en 10 veces su valor original.
El chip Lohi está formado por 130 mil neuronas artificiales que actúan replicando la estructura del cerebro humano. De esta manera, cada neurona envía señales pulsantes codificadas con información a otras neuronas presentes en la red que alteran directamente sus estados eléctricos, constituyéndose así, en un proceso diseñado para actuar como una simulación del aprendizaje natural.
A través de este chip Intel se mantiene optimista en que los costos de producción de los brazos robóticos se reducirán considerablemente, reemplazando así a todas aquellas piezas caras que permiten al dispositivo adaptarse al usuario y al entorno.