Como comentamos hace pocas horas, la nueva película de Mulan no se estrenará en cines, lo hará directamente en Disney Plus, algo impensable hace pocos meses.
No es la primera vez que una película se estrena en servicios de streaming, aunque generalmente ocurría en paralelo con el estreno en salas. Ahora, con los cines cerrados por culpa del COVID-19, no hay alternativa: tiene que ser streaming.
El estreno no será gratuito, el precio será de unos 25 euros para ver la película, siendo necesario además ser suscriptor de Disney Plus. Puede parecer un precio alto, pero si tenemos en cuenta el precio de ir una familia entera al cine a ver la película, no sale tan caro (sí, ya sé que no es lo mismo ver una película en casa que ir al cine, de hecho hay tantas diferencias que me pasaría el día hablando de ellas).
El caso es que no se trata de un experimento más, se trata de una necesidad que puede marcar un antes y un después en el mundo del cine.
Por un lado Disney Plus tiene 100 millones de suscriptores, 100 millones de familias que tendrán un estreno a la distancia de un click, de forma que caer en la tentación será mucho más fácil que negociar si se va o no se va al cine.
Por otro lado hay que hacer números. La última película del El Rey Leon, gran película de 2019, recaudó 1.656.943.394 dólares (sí, más de mil millones de dólares para una película que costó 200 millones de dólares hacerla). Para que Mulan repita ese éxito, tendría que adquirise vía Disney Plus por 55 millones de personas, más de la mitad de los suscriptores quer tiene, y eso, seguramente, no ocurrirá a corto plazo.
A largo plazo la cosa cambia. Mulan podría ser de pago durante un año para ir sumando, y después se añadiría a la colección existente de Disney Plus como ingrediente para adquirir más suscriptores.
Resumiendo: el éxito o el fracaso de este estreno será el que marque el mundo del cine en un futuro. Será muy importante analizar los resultados para entender los movimientos que las productoras realicen a partir de ahora.