Cuando se trata de la ciencia, son innumerables los experimentos que se han llevado a cabo con el propósito de obtener respuestas a ciertos hechos o para implementar alguna innovación que contribuya a mejorar la calidad de vida de las personas.
No obstante, a veces la ciencia puede resultar desconcertante en el sentido de hacernos pensar ¿De verdad es esto necesario? Así parece ocurrir con un invento desarrollado por un equipo de investigadores de Stanford quienes se dieron a la tarea de idear un inodoro capaz de reconocer tu huella anal a través del uso de cámaras implantadas en el mismo.
En este sentido, de acuerdo con un artículo publicado en Nature (fuente de las capturas superiores), el inodoro cuenta con un sistema diseñado por los investigadores para efectuar el rastreo de los procesos de defecación y micción de cierto número de individuos durante un periodo especifico, generando como resultado un conjunto de datos que posteriormente son enviados a la nube para ser analizados con fines médicos.
De esta manera heces y orina se convierten en elementos usados para extraer información vital que sirva como diagnóstico y permita hacer un seguimiento de la salud de la persona.
Cabe destacar que este sistema ha sido sustentado con una docena de sensores con capacidad para determinar a través de la observación de tus heces y orina una serie de aspectos, tales como la consistencia, el color, glucosa, así como recuento de glóbulos rojos. Uno de los elementos más notables presentes en este inodoro es sin duda su sensor de impresión analítica, el cual, forma parte de un método de identificación de 2 factores que actúa en combinación con las huellas digitales.
De acuerdo a lo expresado en el artículo, este sistema utiliza las huellas digitales, así como los pliegues del ano como identificadores biométricos a fin de hacer posible el reconocimiento del usuario mediante la información generada por estas áreas del cuerpo.
Fue así como los investigadores procedieron a colocar un escáner en el inodoro con el propósito de grabar un video corto del ano del usuario, material que luego es usado en el proceso de reconocimiento de imagen a través de un algoritmo. Esto significa que una inteligencia artificial se mantuvo en entrenamiento observando imágenes de anos humanos durante muchas horas para poder perfeccionar su técnica y convertirse en una verdadera experta de la materia.
En términos de privacidad, el Dr. Seung-min Park, coautor del estudio, indicó que para garantizar la seguridad de todas las fotos y la confidencialidad de la información de los usuarios se ha integrado en el sistema el cifrado de extremo a extremo como método de transmisión de datos. Esto permite que las fotos reales del ano sean cifradas por una función hash y posteriormente almacenadas en un dispositivo seguro.
Podéis leer más sobre el tema en bioengineeringcommunity.nature.com