El equipo ecomotor de la Universidad Tecnológica de Eindhoven ha presentado un concepto de coche que usa un compuesto de base biológica que incluye desechos plásticos recuperados del océano.
No es la primera vez que realizan diseños sorprendentes, siempre enfocados en sostenibilidad y capacidad de reciclaje al final de su vida útil, pero en esta ocasión han llamado la atención en todo el mundo.
El proyecto de este año, disponible en tuecomotive.nl, tiene como objetivo reutilizar materiales que de otro modo se tirarían, y al mismo tiempo mostrar que los desechos pueden ser un recurso valioso.
La idea es implementar la mayor cantidad de desperdicio posible al construir el coche Luca. Su chasis se fabricará demandando un material compuesto con tereftalato de polietileno recuperado (PET) intercalado entre las capas externas de lino. El cuerpo se formará utilizando un nuevo material que se está desarrollando en colaboración con la startup israelí UBQ, que combinará su aditivo derivado de los residuos domésticos con polipropileno reciclado (PP). También habrá marcos espaciales de aluminio reciclado delante y detrás.
Los planes requieren dos motores en las ruedas (15 kW combinados) y seis paquetes de baterías para una eficiencia de hasta 92 por ciento. Las baterías son de naturaleza modular, por lo que pueden cambiarse por unidades más eficientes a medida que avanza la tecnología.
En el interior tendrán dos asientos a medida y, dado que el equipo de diseño cree que colocar enormes pantallas de información y entretenimiento en la parte delantera del vehículo es una pérdida de recursos, el vehículo aprovechará la potencia de un teléfono inteligente para obtener información y necesidades de entretenimiento, aunque una pantalla frontal proporcionará ayudas de navegación.
El trabajo en la construcción ha comenzado, y el equipo espera completarlo en junio, cuando comenzará una gira promocional.