En Australia ya se ha dado el permiso para que los drones puedan entregar comida, medicamentos y bebida, y ya hay algunos vídeos mostrando cómo lo hacen.
El primer negocio de entrega de alimentos de drones se realizará en Canberra, con pilotos que deben estar acreditados por la Autoridad de Seguridad de la Aviación Civil, lo que facilitará que la policía pueda localizar a posibles malhechores.
Para hacer este negocio viable, es necesario tener un registro de la cantidad de drones que vuelan por el país, estimado en varias decenas de miles, y realizar el registro adecuado para que cada uno pague su tasa correspondiente (unos 100 a 160 dólares al año para uso comercial).
El proyecto se realiza gracias a Google, ya que es su empresa matriz, Alphabet, la que comenzó a probar el uso de drones para entregar burritos, café y medicamentos en un suburbio en las afueras de Canberra. Ahora ha construido una sede permanente en el suburbio más central de Mitchell, bajo el nombre de Project Wing, donde planea comenzar su primera operación comercial en curso, una vez se apruebe.
Como cualquier operador comercial, Google ya tiene licencia para volar, y algunos tweets comienzan a mostrar cómo lo hace:
https://twitter.com/GrahameBowland/status/1110796891950702592
No ha sido fácil conseguirlo, ya que han sido 18 meses de prueba y 3.000 envíos para demostrar que Project Wing es viable, pero ya tiene la aprobación de la Civil Aviation Safety Authority (CASA). En estos momentos Project Wing podrá volar sobre algunas decenas de casas situadas en los barrios de Crace, Palmerston y Franklin, pero seguramente el número y la región se irán ampliando poco a poco.
En el blog de Wing comentan más detalles, como las empresas con las que se han asociado para hacerlo posible, empresas locales que llevan sus pedidos a los vecinos, nada de recorrer muchos kilómetros con un café caliente.