Una cosa es hacer sátiras sobre el mundo político en general, cada vez más desastroso, y otra es tergiversar la opinión de la gente, con mentiras y medias verdades sobre un específico candidato o grupo social, para sesgar los resultados de unas elecciones u otro evento democrático.
Ambos casos tienen que ver con los sitios de noticias falsas que en los últimos años han aumentado su popularidad, llegando hasta a superar a los medios clásicos en cuanto a fuentes de información primaria para los lectores, más cuando las redes sociales se lo facilitan.
En fin, ya que la mayoría de sitios dependen de los anuncios web para financiarse, particularmente, de la red publicitaria de Google, se ha avisado a Reuters que está por publicarse un cambio en las políticas de dicha red para prohibir que sitios de noticias falsas se lucren con este método.
Andrea Faville, vocera de Google, es quien señala que a partir de ahora se restringirá la incorporación de anuncios publicitarios en sitios que distorsionen, falsifiquen, oculten y, en general, difundan información inexacta en línea.
La idea es combatir la proliferación indiscriminada de este tipo de información, más cuando la tendencia de los usuarios es remitirse a las redes sociales antes que a los medios confiables -entre ellos, algunos medios clásicos-.
En efecto, los más afectados serán los que crean noticias falsas con un enfoque de sátira, caso contrario a los sitios diseñados solo para ensañarse contra personas y grupos específicos, sitios que son usualmente auspiciados por sus detractores.