OpenOffice fue en alguna ocasión la más popular alternativa, libre y gratuita, a Microsoft Office. Aún sigue siendo una buena alternativa pero parece que ya quedan muy pocos desarrolladores aportando tras bastidores a su causa, tanto así que declaraciones oficiales apuntan a que se acerca su fin, en especial, porque no es posible atender fácilmente y a tiempo a los diferentes líos en estabilidad y seguridad presentados, y mucho menos a actualizaciones considerables.
Pues bien, Dennis Hamilton, vicepresidente de OpenOffice, o mejor, de Apache OpenOffice pues dicha fundación se hizo responsable del desarrollo del proyecto tras ser abandonado por Oracle luego de que esta última compañía comprara a Sun Microsystems, destaca en una lista de correo los argumentos para considerar el potencial escenario del cierre de la suite ofimática y algunos puntos importantes a tener en cuenta para proceder con la tarea de la mejor manera.
En efecto, no es una decisión tomada sino una posibilidad sugerida, como comentan en ArsTechnica, pero basta remitirse a los hechos para pensar en su alta probabilidad de ocurrencia. Por ejemplo, la última gran actualización data de octubre de 2015, y esa fue la única del año; por su parte, en 2014, se consiguieron apenas dos lanzamientos importantes.
Eso sí, vale recordar que aún existe su fork, LibreOffice, un proyecto que se actualiza constantemente, tiene una amplia comunidad de usuarios y desarrolladores -incluyendo la mayoría de los retirados de OpenOffice tras el lío de Oracle- quienes reportan y solucionan problemas rápidamente, cuenta con el apoyo técnico de grandes firmas de tecnología, dispone de modernas características (templates, extensiones, compatibilidad multiformato, diversas aplicaciones, funciones para empresas…) y sigue siendo gratuito y libre.