Claro, exceptuando que el proyecto en el que estás invirtiendo tenga que ver con dichas áreas o las utilidades sean pagadas con esos métodos, ¡cuidado!, tu buena fe y tu dinero pueden terminar pagando los lujos y el entretenimiento de irresponsables directores de compañías.
Lo anterior es extraído del texto de una demanda contra Marcus y Mitchell Weller, más conocidos por ser los fundadores de Skully, una startup que en el último par de años dio de qué hablar por el interesante producto en el que trabajaba: El Skully AR-1, un casco para motociclistas con visor de realidad aumentada incorporado, para ver «en pantalla» mapas, rutas e indicadores del vehículo.
Como muchas otras compañías se impulsó fuertemente en el crowdfunding llegando a recaudar, apenas en Kickstarter, unos 2 millones y medio dólares, y con pre-órdenes y firmas capitalistas más de 10 millones adicionales, sin embargo, todo se vino abajo cuando en TC compartieron detalles de la inminente bancarrota de la compañía que buscaba inversiones extra para intentar mantenerse en pie.
Así que la rentabilidad quedó en veremos, y uno de los 50 empleados de la compañía que perdieron su puesto con el fin de Skully, ha emprendido acciones legales contra los hermanos fundadores alegando entre otras cosas que parte de los fondos de la firma eran despilfarrados por dichos directivos en coches y motocicletas deportivas, rentas para familiares, viajes en primera clase a islas paradisíacas y hasta clubes de striptease.
Diferentes impagos y violaciones se incluyen en los argumentos principales del texto que ya evalúa una Corte norteamericana. Habrá que esperar declaraciones oficiales de dichos personajes quienes también están en su derecho de dar las respectivas explicaciones tanto a sus empleados como a los miles de clientes que confiaron en su proyecto. [Vía: TNW | Enlace: Documento de la demanda]