Guardar información en ADN (DNA) no es algo nuevo, ya se han hecho experimentos de este tipo hace algunos años (en 2012), demostrando que es posible guardar hasta 5,5 petabytes en un solo milímetro cúbico de ADN. El proceso se puede entender fácilmente: si los secretos de la vida se guardan en forma de combinaciones de nucleótidos, basta con convertir el código binario de la información en estos nucleótidos, lo difícil es recuperar la información después.
Ahora un equipo de la Universidad de Washington acaba de dar un paso importante en este sentido: han codificado cuatro imágenes digitales en el ADN, han conseguido hacer búsquedas y luego lo han recuperado sin problemas, como si de un disco duro se tratara.
En el artículo, indicado en cnet, indican las ventajas que tiene, ya que la información podría almacenarse durante miles de años en muy poco espacio, aunque el coste hoy en día es extremadamente alto como para poder transformarse en una solución asequible y comercial.
En el nuevo proceso no tienen que secuenciar todo el ADN para recuperar la información y buscar en ella, ahora usan un proceso llamado codificación de Huffman, que por lo general se utiliza en la compresión de datos sin pérdidas, para poder «navegar» por la piscina de ADN en busca del dato deseado.
Aunque aún falta mucho camino para evitar errores y poder reducir costes, parece que el futuro del almacenamiento de los datos está en nuestro propio ADN.