No más de año y medio duró el intento de ganarle la batalla a Snapchat en su propio terreno. Poke, aplicación de Facebook para iOS que permitía enviar «saludos» con fotos, videos y mensajes que se autodestruían luego de cierto tiempo, ha sido retirada de la App Store marcando así su final.
Por otra parte, Camera, app móvil que facilitaba enormemente la carga de fotografías propias a Facebook -antes de que la aplicación nativa fuera renovada- además de la visualización e interacción con el material visual de otros usuarios, y al igual que Instagram hacía posible el retocar las fotos con filtros y mejoras básicas, también ha dicho adiós luego de un periodo de vigencia similar al de Poke.
De ambos hechos dan anuncio en The Verge quienes en su momento compartieron la opinión de Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, sobre Poke: «[Poke] was more of a joke» -«fue más una broma» que algo serio, de hecho, fue un simple reto que lograron completar en apenas 12 días en una hackatón.
No hay mucho que analizar, Poke nació muerto y su baja popularidad es sinónimo de su fracaso en hacerle frente al lider Snapchat. Para el caso de Camera, que curiosamente se lanzó unos días luego de la adquisión de Instagram por parte de Facebook a cambio de mil millones de dólares, era también otra herramienta que tenía sus días contados, que sirvió para entretener a los usuarios mientras se realizaban los cambios pertinentes para la integración final entre Facebook e Instagram.
El muerto al hoyo y el vivo al baile, se van pero dejan a Facebook varias enseñanzas, empezando que no por sacar algo similar a la competencia tendrán un éxito garantizado per se. Lo mejor, por lo que se ha visto en los últimos tiempos en cuestión de transacciones de compañías web, es que cuando el enemigo es imbatible, mejor tratarlo con chequera en mano para hacer que se una a la causa propia. Ya lo vimos con Instagram y con Whatsapp, así que no sorprendería que en los próximos meses viéramos como x millones de dólares pasan al bolsillo de la gente de Snapchat a cambio de unirse al equipo (ya hubo un ofrecimiento de 3.000 millones pero fue rechazado, así que quizá la puja aumente).