Diseñar en CAD (Diseño Asistido por Computadora) puede sentirse como aprender a tocar un instrumento musical complejo: requiere práctica, paciencia y una buena dosis de conocimiento técnico. Sin embargo, un equipo de investigadores del MIT está desarrollando una herramienta que podría cambiar esta experiencia por completo. Mediante una inteligencia artificial entrenada con más de 41.000 videos de interacciones reales en software CAD, este sistema no solo observa, sino que aprende a modelar en 3D como lo haría un diseñador humano.
La propuesta tiene un objetivo claro: reducir la curva de aprendizaje del diseño CAD y hacer que esta tecnología sea accesible para un mayor número de personas. Para lograrlo, los investigadores crearon una base de datos llamada VideoCAD, que almacena miles de grabaciones donde se documentan todos los movimientos del ratón, clics y selecciones que realizan los usuarios al construir modelos tridimensionales.
Del gesto humano al entendimiento mecánico
Este enfoque transforma la forma en que la IA comprende el diseño: en lugar de limitarse a analizar el resultado final, se concentra en el proceso completo. Es como enseñar a alguien a cocinar mostrandole cada paso de la receta en tiempo real, desde cortar los ingredientes hasta emplatar.
Cada video en VideoCAD captura secuencias detalladas de acción: dibujar una línea, extruir una figura, seleccionar un punto específico o cambiar la perspectiva de la vista. Esto le permite a la IA comprender las decisiones técnicas dentro del contexto visual y funcional de la interfaz, algo que supera a los modelos anteriores que solo tenían acceso a comandos abstractos.
A través de este entrenamiento intensivo, el sistema desarrollado por el MIT puede recibir un boceto en 2D y traducirlo en un modelo 3D funcional, utilizando los mismos botones, herramientas y menús que usaría una persona.
Una nueva generación de asistentes de diseño
Este avance abre la puerta a lo que los investigadores llaman un «copiloto CAD», una especie de asistente virtual que podría colaborar activamente en el proceso de diseño. Su utilidad va más allá de generar modelos automáticamente; podría sugerir los siguientes pasos, completar operaciones repetitivas o incluso ayudar a principiantes a orientarse dentro de la compleja interfaz de estas herramientas.
Tal como explicó Faez Ahmed, profesor asociado del MIT, esta tecnología podría democratizar el diseño, facilitando el acceso a quienes no cuentan con años de experiencia en software CAD. Esto tendría un impacto importante en ámbitos educativos, industriales y de fabricación casera, permitiendo que más personas conviertan sus ideas en objetos reales.
Mapeo de acciones: del comando a la interfaz
Una de las tareas más desafiantes para el equipo fue traducir los comandos de alto nivel (como «dibujar línea» o «rotar objeto») en acciones concretas dentro de la interfaz del software. Esto significa especificar dónde hacer clic, cuándo arrastrar y qué opciones activar en cada paso del proceso.
Ghadi Nehme, estudiante de posgrado del equipo, explica que fue necesario diseñar un sistema que convirtiera estos comandos en una serie de coordenadas precisas y operaciones visuales. Esto permitió generar los videos de entrenamiento que alimentaron el aprendizaje de la IA, dándole una comprensión detallada y paso a paso del proceso de diseño.
Aplicaciones actuales y futuras
Hoy, el sistema ya es capaz de crear estructuras simples y otras más complejas como planos de vivienda, ejecutando cada acción de manera autónoma en la interfaz del software. Aunque todavía no está listo para diseños industriales avanzados, los investigadores continúan entrenando el modelo para afrontar retos más exigentes.
Desde la industria se observa con entusiasmo este avance. Mehdi Ataei, científico en Autodesk Research, considera que VideoCAD representa un primer paso valioso para crear asistentes inteligentes que automaticen tareas tediosas y ayuden a nuevos usuarios a incorporarse al mundo del diseño 3D.
El impacto en la productividad y la creatividad
El valor de esta tecnología no está solo en la automatización, sino en su potencial para liberar tiempo y energía creativa. Tal como un editor de texto con autocompletado agiliza la escritura, un copiloto CAD podría permitir a los diseñadores centrarse en la parte conceptual del trabajo, dejando en manos de la IA las tareas más repetitivas o técnicas.
Esto podría impulsar la innovación, especialmente entre pequeños creadores, estudiantes o emprendedores que, hasta ahora, se veían limitados por la complejidad de estas herramientas. El diseño 3D podría integrarse de forma más natural en proyectos personales o colaborativos, sin necesidad de formación técnica exhaustiva.