La reciente prueba del sistema de defensa aérea IRIS-T SLM adaptado para uso naval marca un punto de inflexión en la estrategia de protección de la marina alemana. Este sistema, ya probado con éxito en escenarios terrestres como el conflicto en Ucrania, fue puesto a prueba en alta mar desde la fragata Baden-Württemberg durante los ejercicios de fuego MFE 2025, los más importantes en tres décadas para la armada germana.
El resultado no solo fue satisfactorio, sino que demostró que el IRIS-T SLM puede integrarse eficazmente en entornos navales sin necesidad de grandes reformas estructurales, gracias a un enfoque modular que acelera su despliegue.
Un desarrollo exprés en tiempo de tensiones geopolíticas
El proyecto de navalización del IRIS-T SLM fue iniciado por Diehl Defence en diciembre, y en tan solo diez meses pasó de concepto a prueba en vivo. Este ritmo acelerado responde a las crecientes necesidades de seguridad en contextos como el mar Rojo o el Mediterráneo oriental, donde la presión de amenazas aéreas obliga a reevaluar el papel de las fragatas alemanas.
Para sortear la falta de sistemas de lanzamiento vertical en las fragatas tipo 125, se utilizó un módulo AAW (Anti Air Warfare) montado sobre la cubierta C del buque. Este contenedor autónomo permitió alojar y disparar los misiles sin alterar la estructura original del navío, una solución práctica que podría extenderse a otras unidades de la flota.
Ampliando el alcance defensivo en el mar
Hasta ahora, las fragatas F125 contaban principalmente con misiles RAM, de corto alcance. Con la incorporación del IRIS-T SLM, el paraguas defensivo se expande de manera significativa, pasando de los 9 kilómetros del sistema anterior a unos 40 kilómetros de alcance horizontal y 20 kilómetros en altitud.
Esto convierte a cada fragata equipada en una suerte de burbuja antiaérea flotante, capaz de interceptar aeronaves, drones o misiles en una franja mucho más amplia. Es como pasar de una sombrilla a un toldo que cubre toda la terraza.
El misil IRIS-T SL, derivado del conocido misil aire-aire, incorpora un motor de 152 mm, navegación inercial asistida por GPS, y un sistema de guiado que incluye un buscador infrarrojo, un fusible de proximidad por radar y control vectorial de empuje, lo que le otorga gran maniobrabilidad frente a objetivos rápidos y cambiantes.
Integración inteligente con tecnologías existentes
Uno de los aspectos más llamativos de esta implementación es la capacidad del sistema de adaptarse a los sensores ya integrados en el buque. El lanzador containerizado trabaja en sinergia con el radar TRS-4D AESA del Baden-Württemberg y con su sistema de gestión de combate, permitiendo la detección, seguimiento y neutralización de amenazas sin necesidad de incorporar nuevos componentes de hardware.
Este enfoque reduce los costes, acorta los tiempos de despliegue y permite modernizar plataformas navales sin pasar por largos procesos de reconversión en astilleros. Es, en cierto modo, como actualizar el software de un móvil antiguo para hacerlo compatible con nuevas aplicaciones.
Una respuesta directa a necesidades operativas
La validación del IRIS-T SLM a bordo de las fragatas responde a una carencia crónica en la defensa de estos buques. Mientras que las fragatas clase Sachsen han asumido las tareas de defensa antiaérea gracias a sus capacidades más avanzadas, las F125 habían quedado rezagadas para operaciones en zonas de alto riesgo. Esto limitaba su papel en misiones internacionales y reducía la flexibilidad operativa de la marina alemana.
Con este nuevo sistema, las F125 pueden asumir tareas de protección en zonas con amenaza de ataques aéreos o de drones, aumentando la resiliencia general de la flota y diversificando sus funciones sin necesidad de sustituirlas por nuevas embarcaciones.
Impacto para la industria y aliados europeos
Diehl Defence refuerza con este proyecto su posición como proveedor estratégico dentro de los planes de modernización militar de Alemania. Además, el éxito del IRIS-T SLM en configuración naval podría atraer el interés de aliados europeos que buscan alternativas a sistemas como el ESSM o el CAMM. Su enfoque basado en guiado infrarrojo, combinando agilidad y resistencia a interferencias, lo convierte en una opción atractiva para flotas que no cuentan con lanzadores verticales o que buscan soluciones modulares de rápida integración.
No se trata solo de una mejora puntual, sino de una propuesta escalable que podría formar parte de una estrategia más amplia de defensa integrada en el ámbito marítimo europeo.
