Mientras que las presentaciones más llamativas del DevDay 2025 de OpenAI se llevaron los titulares, como la tienda de apps para ChatGPT o la API de generación de video, el anuncio que probablemente tenga más impacto a largo plazo fue la disponibilidad general de Codex, el ingeniero de software basado en inteligencia artificial de la compañía.
Codex ha pasado de ser una vista previa de investigación a convertirse en un producto maduro, equipado con un nuevo SDK, integración con Slack y controles administrativos para garantizar la seguridad y el monitoreo. Este paso no es simplemente una actualización técnica, sino una declaración clara: Codex está listo para operar en entornos críticos dentro de las organizaciones más grandes del mundo.
Según Sam Altman, CEO de OpenAI, estamos ante una nueva era para los desarrolladores. Lo que antes requería meses o años para transformarse en producto, ahora puede materializarse en cuestión de minutos gracias a la IA. Esta aceleración no es una promesa futura, sino una realidad que OpenAI ya vive internamente con Codex.
GPT-5-Codex: una IA que trabaja como un colega de carne y hueso
La piedra angular de esta nueva etapa es GPT-5-Codex, una versión del modelo GPT-5 especialmente entrenada para actuar como agente de codificación. La diferencia con otros asistentes de código es abismal: aquí no hablamos solo de autocompletar funciones, sino de una IA capaz de pensar de forma adaptativa y trabajar de manera autónoma durante horas.
Tibo Sottiaux, ingeniero de OpenAI, lo comparó con tener un compañero humano. Puedes delegarle tareas, hacer pair programming o simplemente asignarle un objetivo sin darle instrucciones paso a paso. Esta capacidad de «pensar por sí mismo» permite que Codex ajuste su esfuerzo computacional según la complejidad del encargo. Para tareas sencillas, responde al instante. Para proyectos más exigentes, puede trabajar durante jornadas enteras sin intervención humana.
Dentro de OpenAI, este modelo ha cambiado radicalmente la dinámica de trabajo. El 92% del equipo técnico lo utiliza a diario, generando un 70% más de pull requests semanales. El uso se ha multiplicado por diez desde agosto, lo que indica un cambio cultural profundo en cómo se concibe el desarrollo de software.
La herramienta que impulsa a las demás herramientas
Uno de los aspectos más reveladores del DevDay fue descubrir que todos los productos presentados se construyeron utilizando Codex. Desde videojuegos retro hasta sitios web interactivos para el evento, pasando por herramientas creativas como Storyboard, todo fue desarrollado gracias a este ingeniero artificial.
Esto convierte a Codex en el verdadero motor productivo de OpenAI. La velocidad con la que se pueden lanzar productos es directamente proporcional a la eficiencia de Codex para escribir, revisar e implementar código. Allison August, líder de ingeniería de soluciones, explicó cómo durante un hackathon interno construyeron una herramienta para la industria cinematográfica enviando tareas a Codex entre reuniones. Incluso aprobaron cambios desde el móvil, confiando en las sugerencias generadas por la IA.
Este tipo de flujos de trabajo permiten una innovación continua sin necesidad de pausas largas ni revisiones manuales constantes. La IA no solo acelera el trabajo, sino que lo democratiza, permitiendo que equipos pequeños hagan tareas que antes requerían departamentos enteros.
Revisión de código con lupa de IA
Codex no se limita a escribir código, también es experto en revisarlo. El nuevo modelo ha sido entrenado especialmente para realizar revisiones minuciosas, capaces de detectar dependencias ocultas y validar que la intención del programador se refleje fielmente en el resultado final.
En OpenAI, prácticamente todas las pull requests pasan por Codex antes de llegar a un revisor humano. Esto permite encontrar cientos de errores al día antes de que el código llegue a producción. Esta función se traduce en entregas más confiables, reducción de regresiones y un ritmo de trabajo más fluido.
Como comentó Sottiaux, «no hay nada peor que encontrar un bug después de haber lanzado la función». Codex, en este sentido, actúa como un escudo preventivo.
Cómo Codex está ganando terreno en el entorno corporativo
El enfoque de OpenAI es claro: consolidarse como un proveedor estratégico para empresas. Codex es la punta de lanza de esta estrategia. A diferencia de herramientas como GitHub Copilot, Codex está diseñado para integrarse en flujos de trabajo críticos, donde el margen de error debe ser mínimo y el retorno de inversión, inmediato.
Empresas como Cisco ya han adoptado Codex para sus equipos de ingeniería, logrando reducir los tiempos de revisión a la mitad y acortando la duración de proyectos de semanas a días. Este tipo de resultados son los que convencen a los responsables técnicos de que la IA ya no es una herramienta experimental, sino un activo productivo real.
Con el nuevo SDK, las organizaciones pueden incrustar a Codex en sus propios sistemas, ya sea para automatizar correcciones en pipelines de integración continua o para crear aplicaciones que se modifiquen a sí mismas en función del contexto. Durante el evento, un ingeniero demostró una app móvil capaz de cambiar su interfaz gráfica en tiempo real a partir de una instrucción por lenguaje natural.
Codex no es solo una herramienta de productividad: es un agente autónomo que se integra en la cadena de producción digital, elevando el nivel de lo que se puede construir en tiempos récord y con menos recursos.
