CATL presenta batería de sodio que promete cambiar las reglas del juego en los vehículos eléctricos

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Ilustración minimalista de un coche eléctrico con batería de sodio en fondo blanco

En el universo de los vehículos eléctricos (EVs), uno de los mayores retos ha sido encontrar formas de almacenamiento de energía que sean seguras, eficientes y, sobre todo, accesibles. Hasta ahora, las baterías de ion-litio han sido las protagonistas indiscutibles. Pero eso podría estar por cambiar con la llegada de una nueva tecnología que se perfila como una alternativa real: las baterías de sodio.

La empresa china CATL (Contemporary Amperex Technology), líder mundial en fabricación de baterías para autos eléctricos, acaba de presentar un desarrollo que podría transformar este sector: una batería de sodio capaz de ofrecer hasta 500 kilómetros (310 millas) de autonomía con una sola carga. Esta innovación se lanzará bajo su nueva marca Naxtra, y comenzará a producirse a gran escala a partir de diciembre de este año.

¿Por qué el sodio y no el litio?

Para entender la importancia de esta batería, pensemos en la diferencia entre cocinar con sal de mar (sodio) y sal del Himalaya (litio). Ambas cumplen una función similar, pero una es mucho más abundante y barata. Lo mismo sucede con estos elementos: el sodio es más fácil de obtener y menos costoso que el litio, lo que podría hacer que los vehículos eléctricos sean más accesibles para millones de personas.

Pero el atractivo del sodio no es solo económico. Las baterías de sodio ofrecen una ventaja clave: son más seguras. Mientras que las baterías de litio pueden incendiarse si se dañan o sobrecalientan, las de sodio son mucho más estables térmicamente. Esto reduce el riesgo de accidentes y las convierte en una opción especialmente atractiva en climas extremos.

Autonomía y frío: dos puntos clave

Uno de los grandes problemas de las baterías actuales es su rendimiento en climas fríos. Cuando llega el invierno, muchos conductores de EVs descubren que sus autos tardan más en arrancar o pierden autonomía. Las nuevas baterías de sodio de CATL están diseñadas específicamente para mantener un rendimiento óptimo incluso a bajas temperaturas, lo que podría marcar la diferencia en países con inviernos duros como Canadá, Rusia o partes de Europa.

La primera generación de estas baterías será utilizada como batería de arranque para vehículos pesados, y más adelante se extenderá a automóviles híbridos y eléctricos. Su densidad energética alcanza los 175 Wh/kg, un valor muy cercano a los 185 Wh/kg de las actuales baterías de fosfato de hierro y litio (LFP).

¿Qué papel jugará Naxtra?

El lanzamiento de la marca Naxtra representa una apuesta estratégica por parte de CATL. Al crear una submarca dedicada a las baterías de sodio, la empresa busca diferenciar claramente esta tecnología de su oferta actual basada en litio. Esto le permitirá desarrollar una cadena de valor específica para el sodio, adaptada a sus propiedades y ventajas.

CATL no ha revelado aún el costo de producción ni el precio final de estas baterías, pero se espera que, al ser más baratas que las de litio, se traduzcan en una reducción del precio total de los vehículos eléctricos.

¿Qué impacto tendrá esta innovación en el mercado?

CATL no es un jugador menor. Sus baterías ya están presentes en más de 18 millones de vehículos en 66 países, y abastece a marcas como Tesla, BMW, Mercedes-Benz y Volkswagen. El hecho de que una empresa de este calibre apueste fuerte por el sodio puede acelerar la adopción global de esta tecnología.

El CEO de CATL, Robin Zeng, incluso ha declarado que espera que las baterías de sodio logren sustituir hasta la mitad de las baterías actuales de litio-fosfato en el futuro. Esto no solo representa un cambio en la tecnología, sino una reconfiguración del mercado global de baterías.

¿Y qué hay del intercambio de baterías?

Otra tendencia interesante que CATL está impulsando es el intercambio de baterías, una tecnología que permite «recargar» un auto eléctrico simplemente cambiando la batería por una ya cargada. Este modelo, adoptado por marcas como Nio, reduce significativamente el tiempo de recarga y podría aliviar una de las principales preocupaciones de los usuarios: la ansiedad por la autonomía.

En este contexto, CATL también presentó una batería de doble sistema que aumenta la seguridad de los vehículos autónomos al permitir que el auto siga funcionando incluso si una de las dos baterías falla. Este enfoque redundante es crucial para garantizar la fiabilidad en vehículos que no tienen un conductor humano al volante.

Más allá del sodio: el resto de la estrategia de CATL

Aunque las baterías de sodio son la gran novedad, CATL no se detiene ahí. También presentó una nueva generación de baterías de carga rápida llamadas Shenxing, que ya están siendo adoptadas por más de 60 modelos de vehículos en China y ofrecen hasta 800 kilómetros de autonomía.

CATL está trazando un camino diversificado que incluye varias tecnologías en paralelo: litio, sodio, intercambio de baterías y sistemas de doble batería. Esta estrategia no solo mitiga riesgos tecnológicos, sino que posiciona a la compañía como un jugador versátil y preparado para liderar en diferentes contextos y mercados.

Consideraciones geopolíticas

Sin embargo, no todo es energía y avances tecnológicos. El panorama internacional también juega un papel importante. Las tarifas impuestas por EE.UU. a productos chinos podrían encarecer los componentes clave de estas baterías y afectar su competitividad en el mercado estadounidense. Esto obliga a CATL a pensar en alianzas, producción local o nuevas estrategias para sortear las barreras comerciales.

La apuesta por las baterías de sodio no es solo una jugada tecnológica: es una declaración de intenciones. En un momento en que la movilidad eléctrica busca nuevas rutas, el sodio se perfila como un camino más económico, seguro y resiliente al cambio climático. Si esta tecnología cumple con lo que promete, podríamos estar ante el inicio de una nueva era en la electrificación del transporte.