Project Kuiper es el nombre del sistema de satélites que Amazon está construyendo para ofrecer conectividad global a internet. Su propuesta se basa en una constelación de satélites en órbita baja, con el objetivo de llevar internet a regiones rurales, zonas remotas, o áreas donde la infraestructura tradicional es limitada o inexistente.
Este tipo de proyectos no son nuevos. SpaceX lleva la delantera con Starlink, que ya ha lanzado más de 7.000 satélites y presta servicio en más de 70 países. Amazon, en cambio, se ha tomado su tiempo para perfeccionar su diseño, probar prototipos y cerrar acuerdos estratégicos antes de entrar en acción.
El primer lanzamiento operativo
Este primer lanzamiento del Project Kuiper ha sido bautizado como «KA-01» (Kuiper Atlas 1) y es mucho más que una simple prueba. Amazon enviará 27 satélites a una altitud de aproximadamente 450 kilómetros sobre la Tierra, a bordo de un cohete Atlas V de la empresa United Launch Alliance (ULA). El despegue tendrá lugar desde la estación espacial de Cabo Cañaveral, en Florida.
Aunque Amazon ya había lanzado dos prototipos en 2023 (KuiperSat-1 y KuiperSat-2), esta será la primera vez que utilice el diseño final de sus satélites y que despliegue un número significativo en una sola misión.
¿Cómo funcionarán estos satélites?
Los satélites del Project Kuiper operarán entre 590 y 630 km de altitud, una franja que permite baja latencia y buena cobertura. Cada satélite está equipado con un sistema de propulsión propio, diseñado internamente por Amazon. Este sistema utiliza criptón como combustible, un gas noble que permite maniobras precisas en el espacio, compensando el arrastre atmosférico y asegurando que los satélites mantengan su posición con una desviación mínima de apenas 9 kilómetros.
Es como si un repartidor de Amazon no solo supiera la dirección exacta a la que debe entregar un paquete, sino que también tuviera un sistema automático que lo mantuviera en la acera correcta pese al viento o al tráfico.
Una constelación más modesta pero ambiciosa
Mientras que Starlink aspira a desplegar hasta 42.000 satélites, Amazon ha optado por un número mucho más reducido: 3.200 satélites. Aun así, no se trata de una operación pequeña. La compañía ya ha asegurado 80 lanzamientos con diversos socios, entre ellos Arianespace, ULA y Blue Origin (la otra empresa espacial de Bezos).
Este enfoque más comedido busca priorizar la eficiencia sobre la cantidad. Amazon quiere garantizar que cada satélite funcione como se espera antes de escalar su red.
¿Qué promete Amazon con Kuiper?
Uno de los puntos más atractivos del proyecto es su promesa de acceso asequible a internet. Según Amazon, sus terminales de usuario —los equipos que reciben la señal del satélite— costarán alrededor de 400 dólares. Esto los haría más económicos que los de Starlink, lo cual podría ser clave para ganar cuota de mercado en regiones con menos recursos.
Pero eso no es todo. Amazon afirma que podrá ofrecer velocidades de hasta 400 Mbps, superando a los 300 Mbps que ofrece el servicio estándar de Starlink. Para lograrlo, además de los satélites, utilizará una red de antenas terrestres y conexiones de fibra óptica que actuarán como nodos de enlace.
Imagina que cada satélite fuera como una torre de telefonía flotando en el cielo, y cada antena en la Tierra, como una estación base que amplifica y distribuye esa señal a los hogares y negocios.
¿A quién va dirigido Project Kuiper?
El proyecto no está pensado solo para consumidores individuales. Amazon quiere ofrecer su servicio a hogares, empresas, gobiernos e instituciones. Ya ha cerrado acuerdos importantes, como el que firmó con Vodafone y su filial africana Vodacom, con el objetivo de ampliar sus redes móviles 4G y 5G utilizando la cobertura de los satélites Kuiper.
Esto podría tener un gran impacto en regiones de África donde la conexión móvil aún es limitada o poco confiable, permitiendo que más personas accedan a servicios digitales esenciales como la educación en línea, la banca móvil o la atención médica remota.
¿Puede competir con Starlink?
Esa es la gran pregunta. SpaceX tiene una ventaja clara: ya está operando, tiene miles de satélites en órbita y una base sólida de clientes. Amazon, en cambio, está apenas empezando. Pero no hay que subestimarlo.
Amazon cuenta con una enorme infraestructura tecnológica, una logística global envidiable y la capacidad financiera para invertir a largo plazo. Además, la compañía está apostando por la innovación en diseño, bajo costo y alianzas estratégicas, lo que podría permitirle avanzar más rápido de lo que parece.
Como dijo Rajeev Badyal, vicepresidente del proyecto: “Hemos diseñado algunos de los satélites de comunicaciones más avanzados que se han construido”. Aunque también reconoció que hay cosas que solo se pueden aprender durante el vuelo. Y este será su primer gran examen.
¿Qué sigue después del lanzamiento?
Si el lanzamiento KA-01 resulta exitoso, Amazon avanzará con el despliegue progresivo de los satélites restantes, consolidando su red orbital en los próximos años. La empresa no ha dado fechas exactas, pero se espera que comience con pruebas de conectividad este mismo año y abra el servicio comercial en 2026.
A medida que más jugadores entren al juego del internet satelital —como OneWeb, Telesat o incluso China—, los usuarios podrían beneficiarse de una mayor competencia, mejores precios y cobertura más amplia.
La carrera por conectar el planeta desde el espacio apenas comienza, y Amazon ya está en la línea de salida.