Primer trasplante exitoso de hígado de cerdo a humano: un paso audaz hacia nuevas soluciones médicas

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Ilustración subrealista y minimalista de un trasplante de hígado de cerdo genéticamente modificado en un cuerpo humano. Representación visual del avance en xenotrasplantes con fondo blanco, silueta humana y un hígado en forma de cerdo con conexiones vasculares.

Durante décadas, el déficit de órganos para trasplante ha sido una herida abierta en los sistemas de salud del mundo. Cada día, miles de personas esperan un órgano que tal vez nunca llegue, mientras la ciencia busca alternativas para cerrar esa brecha crítica. Esta semana, se ha dado un paso importante: un equipo de científicos en China ha logrado mantener un hígado de cerdo genéticamente modificado funcionando dentro del cuerpo de un ser humano durante más de una semana.

Este experimento, documentado en la revista Nature, podría marcar un antes y un después en el campo de la xenotrasplante, que consiste en usar órganos de animales para salvar vidas humanas. Desde WWWhat’s New, llevamos años siguiendo de cerca este campo, y creemos que este avance merece una atención especial por lo que implica a corto y largo plazo.

¿Qué se hizo exactamente?

El procedimiento se realizó en una persona en estado de muerte cerebral, con el consentimiento de su familia. El hígado provenía de un cerdo de raza Bama, criado específicamente para investigación biomédica, y había sido modificado genéticamente con seis ediciones clave para hacerlo más compatible con el cuerpo humano.

Durante diez días, el órgano fue monitoreado cuidadosamente. Lo sorprendente es que comenzó a producir bilis apenas dos horas después del trasplante, y mantuvo un flujo sanguíneo adecuado durante todo el experimento. No se detectaron signos inmediatos de rechazo, un logro nada menor considerando que hablamos de un órgano de otra especie.

¿Por qué un cerdo?

Puede parecer extraño, pero el cerdo es uno de los animales más utilizados en medicina por su similitud anatómica y fisiológica con los humanos. Ya se han trasplantado válvulas cardíacas porcinas durante décadas. Lo nuevo aquí es la escala: órganos completos, con funciones vitales, modificados genéticamente para adaptarse al cuerpo humano.

En este caso, los investigadores eliminaron del ADN del cerdo ciertos genes problemáticos, como el que produce alpha-gal, un azúcar que el sistema inmunológico humano suele identificar como enemigo, provocando un rechazo casi inmediato.

Más allá de un simple experimento

Este no es el primer intento de xenotrasplante, pero sí el primero documentado en una revista científica revisada por pares que demuestra que un hígado porcino modificado puede sobrevivir y funcionar dentro del cuerpo humano, aunque en condiciones controladas y con soporte inmunológico.

Otros intentos previos, como el realizado en la Universidad de Pensilvania en 2024, habían logrado mantener vivo un hígado de cerdo fuera del cuerpo humano, conectado por una máquina. Pero ahora estamos hablando de un trasplante real, dentro del cuerpo de una persona.

¿Qué significa esto para quienes esperan un órgano?

Según datos oficiales, más de 100.000 personas en Estados Unidos están actualmente en lista de espera para un trasplante, y cada día se suman nuevas. Sin embargo, menos de la mitad logra recibir uno a tiempo. La realidad es cruda: cada jornada, 17 personas mueren esperando una oportunidad.

Desde hace años, la ciencia ha intentado ampliar el acceso a órganos mediante alternativas como los dispositivos artificiales o los órganos impresos en 3D, pero ninguno ha avanzado tanto ni tan rápido como la línea de investigación con cerdos modificados genéticamente.

En mi opinión, el avance que estamos viendo aquí no solo tiene potencial para salvar vidas, sino también para ofrecer una solución intermedia: mantener con vida y estabilidad a los pacientes mientras esperan un órgano humano compatible. Sería como una especie de «puente biológico» que da tiempo y esperanza.

No todo es tan sencillo (aún)

Es importante recalcar que aún estamos lejos de ver hígados de cerdo en los hospitales como una opción disponible al público general. Los ensayos clínicos con órganos de animales han comenzado apenas hace pocos años, y solo dos personas que recibieron trasplantes similares de riñón o corazón de cerdo siguen con vida en este momento.

En WWWhat’s New solemos decir que “la tecnología avanza a ritmo de cohete, pero la regulación camina con bastón”. En este caso, los desafíos no son solo científicos, sino también éticos, regulatorios y logísticos.

¿Y qué riesgos hay?

Aunque en este ensayo no se detectaron rechazos inmediatos, el uso de órganos animales sigue enfrentando varios peligros:

  • Rechazo inmunológico a largo plazo, que podría no manifestarse en los primeros días.

  • Transmisión de virus que habitan en los animales pero podrían adaptarse al ser humano.

  • Dudas éticas sobre el uso y la modificación de animales con fines humanos.

Por eso, todos estos avances deben ser entendidos como pasos controlados, dentro de un proceso de prueba, error y mejora continua. Cada trasplante experimental abre la puerta a nuevas preguntas, pero también a respuestas cada vez más optimistas.

¿Cuál podría ser el futuro de esta técnica?

Hay dos caminos principales para el uso de órganos de cerdo modificados:

  1. Uso temporal o de emergencia, como soporte para pacientes en espera de trasplante.

  2. Uso definitivo, especialmente en casos donde no se consigue un órgano humano compatible.

Aunque hoy esto suena futurista, las grandes innovaciones siempre comenzaron como experimentos imposibles. Pensemos, por ejemplo, en los marcapasos o los trasplantes de corazón que, hace 50 años, eran igual de impensables.

Desde WWWhat’s New creemos que la clave está en no dejarse llevar por el entusiasmo ni por el miedo, sino en informar, investigar y avanzar paso a paso, con responsabilidad.

Este avance en China nos muestra que los órganos de cerdo modificados ya no son solo una idea de laboratorio. Están tocando la puerta de la medicina real, como una posible solución para uno de los problemas más urgentes de la salud global.

Por ahora, es un primer peldaño en una escalera larga, pero cada peldaño cuenta. Porque detrás de cada órgano trasplantado, hay una vida que puede continuar.