La computación cuántica da un salto gigante: Un ordenador cuántico resuelve un problema en minutos que tomaría un millón de años a un superordenador

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Representación minimalista y surrealista de una computadora cuántica futurista con qubits brillantes flotando sobre un fondo blanco.

En el mundo de la tecnología, los avances en computación cuántica han sido constantes, pero hasta ahora faltaban pruebas concretas de su verdadero potencial en problemas del mundo real. Esto acaba de cambiar gracias a D-Wave Quantum Inc., una empresa con sede en California, que ha logrado demostrar la supremacía cuántica con una aplicación práctica. Utilizando su prototipo Advantage2, un ordenador cuántico de recocido, la compañía ha resuelto en minutos un problema que, según estimaciones, tomaría a un superordenador convencional alrededor de un millón de años.

La importancia del descubrimiento

Desde WWWhat’s New creemos que este avance podría marcar un punto de inflexión en la industria tecnológica. Hasta ahora, la computación cuántica había estado rodeada de escepticismo, principalmente porque sus demostraciones solían limitarse a problemas teóricos sin aplicación práctica. Sin embargo, el experimento de D-Wave es una de las primeras pruebas tangibles de que estas máquinas pueden superar a los superordenadores tradicionales en problemas del mundo real.

La resolución de este problema se logró mediante simulaciones de vidrios de espín programables, un desafío computacionalmente complejo en el ámbito de los materiales magnéticos. Estos materiales tienen aplicaciones en sectores como la medicina, la electrónica y la fabricación de sensores y motores. Sin embargo, debido a su estructura microscópica, comprender su comportamiento es extremadamente difícil. Los modelos tradicionales que intentan analizar estas interacciones requieren un gran poder computacional y, en muchos casos, son ineficientes.

¿Qué hace especial a la computación cuántica?

La computación cuántica se basa en los principios de la mecánica cuántica, lo que le permite procesar información de una manera completamente distinta a la computación clásica. Mientras que los ordenadores tradicionales trabajan con bits (que pueden representar un 1 o un 0), los ordenadores cuánticos utilizan qubits, que pueden representar simultáneamente ambos valores gracias al principio de superposición.

Además, los ordenadores cuánticos pueden aprovechar el entrelazamiento cuántico, lo que les permite realizar cálculos de manera exponencialmente más rápida en ciertas tareas. En este caso, el recocido cuántico utilizado por el D-Wave Advantage2 permite encontrar soluciones óptimas a problemas complejos a través de una reducción gradual de la energía del sistema.

¿Cómo resolvió el problema el ordenador cuántico?

Para demostrar su capacidad, los investigadores de D-Wave compararon el rendimiento de su ordenador cuántico con el del superordenador Frontier del Laboratorio Nacional de Oak Ridge (ORNL). Mientras que el superordenador consumiría la electricidad anual global y tardaría un millón de años en resolver el problema, el ordenador cuántico lo hizo en cuestión de minutos.

Dr. Alan Baratz, CEO de D-Wave, declaró: «Este es un día histórico para la computación cuántica. Nuestra demostración de supremacía cuántica en un problema útil es una primicia en la industria. Todas las afirmaciones previas de sistemas cuánticos superando a ordenadores clásicos han sido debatidas o involucraban la generación de números aleatorios sin valor práctico.»

Desde WWWhat’s New consideramos que esta afirmación pone de relieve la madurez de la computación cuántica y su paso hacia aplicaciones reales.

El futuro de la computación cuántica

La computación cuántica podría cambiar por completo industrias como la farmacéutica, la logística, la inteligencia artificial y el desarrollo de materiales. Con la capacidad de realizar simulaciones precisas de moléculas, podría acelerar la creación de nuevos medicamentos y materiales con propiedades nunca antes vistas.

Un aspecto clave es que D-Wave ya ofrece acceso a su procesador a través de la nube cuántica, lo que permitirá a investigadores y empresas explorar aplicaciones prácticas sin necesidad de invertir en hardware costoso. Además, han aumentado el tamaño de su procesador en cuatro veces, con miles de qubits adicionales, lo que sugiere un rápido avance en su capacidad de procesamiento.

Este logro de D-Wave es una prueba contundente de que la computación cuántica está dejando de ser una promesa futurista para convertirse en una realidad. Aunque todavía quedan desafíos técnicos, como la estabilidad de los qubits y la corrección de errores, estamos ante un punto de inflexión en la evolución de la computación.

Desde WWWhat’s New, creemos que este avance es solo el principio. Si la computación cuántica sigue progresando a este ritmo, podría revolucionar no solo la tecnología, sino también nuestra comprensión del mundo y la manera en que resolvemos problemas complejos. La pregunta ya no es si los ordenadores cuánticos superarán a los clásicos en ciertas tareas, sino cuándo y en qué magnitud lo harán.