Un equipo de científicos ha identificado una nueva especie de hongo, Gibellula attenboroughii, que parece tener la capacidad de manipular el comportamiento de las arañas y llevarlas a su perdición. El descubrimiento se realizó en una antigua bodega de pólvora en Irlanda del Norte, donde una araña orb-weaver fue encontrada completamente cubierta por una formación fúngica de aspecto macabro.
¿Cómo actúa este hongo en las arañas?
El estudio, liderado por el micólogo Harry Evans del Centro de Agricultura y Biociencia Internacional, revela que este hongo no solo infecta a las arañas, sino que altera su comportamiento, empujándolas a abandonar sus escondites y ubicarse en posiciones expuestas, como los techos de cuevas y cavernas. Este comportamiento se asemeja a la manipulación que los hongos del género Ophiocordyceps ejercen sobre las hormigas en los bosques tropicales de Brasil.
Según los investigadores, una vez que la araña se encuentra en una posición óptima, el hongo crece dentro de su cuerpo y se apodera de su sistema nervioso. Finalmente, la víctima muere y la estructura fúngica emerge, esparciendo esporas al ambiente para infectar a nuevas arañas.
Comportamiento alterado y propagación del hongo
Los científicos han detectado el hongo Gibellula attenboroughii en distintas especies de arañas cavernícolas, principalmente en Metellina merianae y Meta menardi. Ambas especies suelen esconderse cerca de sus telarañas para acechar a sus presas, pero los ejemplares infectados fueron hallados en posiciones inusuales y expuestas, lo que sugiere que el hongo las obliga a desplazarse antes de morir.
Este comportamiento tiene una función clave en la supervivencia del hongo: al colocar los cadáveres de sus víctimas en lugares estratégicos, el viento y las corrientes de aire dispersan las esporas fúngicas por toda la cueva, facilitando nuevas infecciones.
Diferencias en la apariencia del hongo según el entorno
Los investigadores han notado que el aspecto del hongo varía según el entorno en el que se encuentra. En la bodega de pólvora abandonada, donde hay escasa ventilación y ausencia de luz, los hongos presentan estructuras en forma de columna y carecen de pigmentación. En contraste, los ejemplares hallados en cuevas de Irlanda y Gales, donde hay más circulación de aire y luz difusa, muestran una estructura más ramificada.
Potencial presencia del hongo en otras regiones
El hallazgo sugiere que especies similares de Gibellula podrían estar presentes en otras partes del Reino Unido y Europa. Los científicos han encontrado registros históricos y bocetos en archivos botánicos que describen hongos con características similares, lo que indica que su diversidad en la región podría estar subestimada.
Desde WWWhat’s New, creemos que este descubrimiento no solo destaca la impresionante capacidad de los hongos para influir en el comportamiento de sus huéspedes, sino que también abre nuevas preguntas sobre la biodiversidad oculta en ecosistemas subterráneos. ¿Cuántas otras especies fúngicas podrían estar manipulando insectos y arácnidos sin que lo sepamos?
El estudio ha sido publicado en la revista Fungal Systematics and Evolution.