Meta, la empresa detrás de Facebook e Instagram, ha confirmado recientemente que está utilizando datos de usuarios australianos para entrenar su inteligencia artificial (IA) sin ofrecerles una opción para optar por no participar. Esta noticia ha generado un fuerte debate sobre la privacidad y el uso de los datos personales, especialmente porque, a diferencia de la Unión Europea (UE), Australia no cuenta con leyes que obliguen a Meta a ofrecer una opción de exclusión.
¿Qué está haciendo Meta exactamente?
Desde 2007, Meta ha estado recolectando datos de publicaciones públicas en Facebook e Instagram de usuarios australianos, incluyendo textos, fotos y actualizaciones de estado. La clave aquí es que esta recopilación de datos solo excluye aquellos contenidos que los usuarios han configurado específicamente como privados. Melinda Claybaugh, directora de privacidad global de Meta, admitió durante una reciente investigación del Senado australiano que la empresa no ofrece actualmente una opción de exclusión para los australianos. ¿Por qué? Según Claybaugh, esto se debe a que Australia no tiene un marco legal como el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) en Europa que obligue a las empresas a ofrecer esa opción a los usuarios.
¿Por qué solo en Australia y no en Europa?
En la UE, el RGPD proporciona un marco legal que obliga a las empresas a obtener el consentimiento de los usuarios antes de usar sus datos para cualquier propósito, incluyendo el entrenamiento de IA. Debido a estas regulaciones, Meta se ha visto obligada a ofrecer a los usuarios europeos una opción para excluirse de este uso de datos. Sin embargo, en Australia, donde no existe una ley similar, Meta ha decidido no ofrecer esta opción, citando la falta de un marco regulatorio que lo requiera.
Esta diferencia en la aplicación de políticas ha llevado a muchos a cuestionar la equidad de esta práctica. Como mencionó el senador australiano David Shoebridge durante la audiencia, «hay una razón por la que la privacidad de las personas está protegida en Europa y no en Australia; es porque los legisladores europeos han establecido leyes de privacidad estrictas». Estas declaraciones reflejan una creciente preocupación por la falta de leyes de privacidad sólidas en Australia, que permiten a empresas como Meta explotar datos personales sin el consentimiento adecuado.
¿Por qué esto es importante para ti?
Puede que estés pensando: «¿Y a mí qué me importa?» Bueno, imagina que tu vecino es usuario de Facebook desde 2007. Durante todo ese tiempo, compartió fotos de sus vacaciones, reflexiones personales y, claro, alguna que otra broma de mal gusto sobre la política local. Ahora, toda esa información es utilizada para entrenar modelos de IA que, en teoría, podrían llegar a influir en las noticias que lees, los anuncios que ves o incluso en las recomendaciones que recibes. Sin opción para evitarlo, el vecino no tiene otra salida que aceptar que su historial digital está siendo explotado por una corporación para fines comerciales.
En WWWhat’s New, nos gusta hablar de cómo las empresas tecnológicas están utilizando tus datos, porque creemos que es importante que todos entendamos cómo y por qué se están utilizando nuestras huellas digitales. La cuestión aquí es si estamos dispuestos a permitir que nuestras historias, nuestras fotos y nuestras opiniones públicas se utilicen para alimentar la próxima generación de IA sin que tengamos voz ni voto al respecto.
¿Qué implica esta falta de opciones para los australianos?
Meta sostiene que su modelo de IA, conocido como LLaMA, necesita grandes cantidades de datos para desarrollarse y funcionar de manera efectiva. La empresa argumenta que tener acceso a datos diversos y extensos ayuda a crear un producto más seguro y menos sesgado. Sin embargo, esto también significa que los australianos no tienen control sobre cómo se usan sus datos, lo que plantea preocupaciones éticas importantes. La compañía ha sido criticada no solo por la falta de transparencia, sino también por la recolección de datos de publicaciones de menores de edad si estas han sido compartidas por sus padres o tutores.
Yo creo que todos deberíamos tener la opción de decidir cómo se utilizan nuestros datos. La falta de una opción de exclusión en Australia es preocupante, especialmente porque implica una desigualdad en la forma en que se trata a los usuarios según su ubicación. ¿Por qué los australianos no merecen el mismo nivel de privacidad que los europeos? Creo que es una pregunta que todos deberíamos hacernos.
Si estás interesado en más detalles sobre este tema, no dudes en seguir leyendo en WWWhat’s New, donde siempre estamos al tanto de las últimas noticias y novedades del mundo tecnológico.